Siempre que escuchaba sobre la vanidad o el ego pensaba que eran cosas malas, aspectos bstante negativos de la personalidad. Pero ego y vanidad son tan naturales como tomar agua o cagar.
Ahora veo que ese tratar de esconder o silenciar mi vanidad, de una forma absurda y burda además, es parte de ese narcisimo inmenso que me tiñe mucho más de lo que podría aceptar en condiciones normales. O sea, antes de la psicoterapia.
Creo que podría incluso decir ahora, que abrazo mi vanidad y mi ego, y que puedo convivir con ellos con una sonrisa. Aunque quizá exagero.
Ser vanidoso no tiene por qué ser malo; lo realmente malo, a mi entender, es cuando esa vanidad natural se transforma en soberbia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuando le he platicado a alguien sobre mi diagnóstico de narcisismo, no lo creen. Porque parezco lo opuesto a un narcisista como estamos acostumbrados. Pero tienes razón amigo mío, no es malo. Es parte de.
EliminarAbrazos Josep.
Jaja, me ha gustado como suena eso. Abrazos Julio.
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