lunes, 3 de junio de 2019

del por qué se escribe...

Aunque no fuese más que una ridícula ilusión, uno está convencido de escribir porque tiene que decir lo que nadie ha dicho. Decir lo que nadie ha dicho significa contradecir a todo el mundo. Escribir es, pues, el placer de contradecir, la felicidad de estar contra todos, la alegría de provocar a tus enemigos y de irritar a tus amigos.
Milan Kundera

En un artículo del periódico de hace algunos días venía un comentario sobre un libro en el que se compilan opiniones de escritores que dicen por qué escriben. "¿Por qué escribe usted?" se llama el libro. El artículo muestra la respuesta de una docena de ellos, y de entre éstas, la que más llamó mi atención es la que transcribo al inicio de este posteo. 

La verdad es que las pocas palabras que escribe Milan Kundera me dicen demasiadas cosas que diré a continuación:

  • Uno está convencido de escribir porque tiene que decir lo que nadie ha dicho. O al menos, nadie lo ha dicho ni lo dirá como lo diremos nosotros. Sobre todo con las pifias gramaticales y omisiones en lo que es el sentido de lo que queremos decir. Uno cree que debe decir lo que quiere decir, sólo por decirlo. Y supongo que inconscientemente nuestra vanidad es la que nos dice que nadie ha visto ese ángulo particular sobre el que queremos hablar.
  • Decir lo que nadie ha dicho significa contradecir a todo el mundo. Creo que este aspecto se refiere más a que seamos honestos con nosotros y que digamos eso que queremos decir así a nadie le importe o nadie lo lea. O que quien nos ha leído prefiera no volver a hacerlo porque no somos políticamente correctos o no usamos los eufemismos pertinentes. Pero es que el acto de escribir para complacer a los demás sería lo más estúpido que podríamos hacer al ponernos a teclear.
  • El placer de contradecir, la felicidad de estar contra todos, la alegría de provocar a tus enemigos y de irritar a tus amigos. Esto del placer de estar contra todos me suena al superlativo de decir lo que nadie ha dicho, creernos tan especiales que nuestra originalidad supera incluso lo que los demás pueden entender, y me parece muy exagerado. No sé, pero particularmente me agrada cuando alguien me dice que piensa como yo o parecido, siento que no estoy solo en lo que veo o siento. Sí creo que no pienso ni veo el mundo como la mayoría, pero me parece demasiado exagerada esa visión de estar contra todos, aunque no tanto como la de provocar a mis enemigos. Sinceramente no creo tener enemigos, si los tuviera no creo que me leyeran, y pienso que solamente llegarían a irritarse algunas personas si tuviera algún éxito literario. Por otro lado no me considero tan especial como para que los amigos que me leen se irriten.




8 comentarios:

  1. No quedan temas sin tratar en la historia de la literatura. No coincido demasiado con la postura de Kundera.
    Cuando escribía lo hacía porque era una especie de necesidad, imposible de describir. En cada etapa el motivo era distinto o fue cambiando. Siempre había entusiasmo, pasión por las palabras, por contar algo, aunque ya hubiese sido contado. En esta etapa todo eso desapareció.
    Un gran abrazo y beeeso, querido amigo.

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    1. Creo que lo más sincero es decir que es imposible de describir con precisión querida Mire. Es una necesidad, pero es difícil decir qué hay detrás.
      Será que hay que esperar a las palabras...

      Te abrazo muy fuerte
      Beeesos.

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  2. Opino como Mirella. Apenas queda espacio para la originalidad, por no decir que no queda lugar en absoluto. Todo se repite, aunque sea con matices distintos. Pero eso es pura suposición, mi impresion personal, pues para poderlo afirmar categóricamente tendría que haberme leído todos los libros publicados hasta la fecha. Pero es que en el cine ocurre algo parecido: las historias son bastante repetitivas, con pequeñas variaciones. Creo que la diferencia la marca el actor, la época en la que tiene lugar la historia y poco más. Lógicamente hay géneros menos originales que otros.
    En cuanto a la pregunta del millón de dólares, mi respuesta no puede ser más vulgar: escribo para pasármelo bien. Y desde hace tiempo sin ninguna pretensión de publicar algo mínimamente novedoso, jeje.
    Un abrazo.

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    1. Yo sigo pensando que no es así mi amigo. Fíjate en el cine, no sé si viste "Her", con Joaquin Phoenix, a mí me pareció algo completamente nuevo, pero no sé qué opines.
      Creo que la única pretensión que podríamos tener es que lo que escribamos valga la pena para usar el tiempo.

      Abrazos Josep.

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  3. Justamente, se trata de escribir para darse el gusto, no para gustar a los demás. Y en ese darse el gusto no se incluye necesariamente descubrir la rueda, sino simplemente decir con nuestra propia voz eso que nos da la gana decir.

    Un abrazo, estimado.

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    1. Pues eso. Así como lo dices querido Silvio, tan sólo eso.

      Me da mucho gusto verte acá.
      Abrazos.

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  4. Ummm, yo escribo para drenar. De hecho comencé a escribir cuando el mundo de los número me ahogaba. Incluso como terapia.
    Pero de ir contra el mundo a través de la escritura, lo respeto, pero como ya te han comentado, tampoco lo comparto.
    Saludos!

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    1. Estoy convencido de que es terapeútico, de que es una necesidad y que se puede volver un lindo vicio.
      Creo que los que están contra el mundo lo están siempre, y escribir es sólo una herramienta más para estarlo.
      Te abrazo.

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