lunes, 15 de julio de 2019

no basta



No basta con seguir compatiendo esos estudios en los que la ciencia afirma que las mujeres más inteligentes estamos solteras, o que a las mujeres realmente excepcionales les cuesta muchísimo encontrar pareja; mucho menos, señalar las ventajas indiscutibles de la vida de las solteras. Al final del día, sigues esperando que llegue ese hombre relativamente bueno que te quiera. Sólo eso.

No basta. Hace falta un cuerpo en que descargar las frustraciones y ser libres en un orgasmo. Y sí, ese hombre relativamente bueno tendría que saber hacerle el amor a una mujer, entender al menos que lo que le mida el pito no importa cuando los cuerpos se encuentran, que sepa el valor imprescindible de los buenos besos. Porque el dildo más sofisticado nunca podrá reemplazar unas manos diestras y besos apasionados, un olor y el sudor compartido. Una voz con las palabras precisas.

Y no para casarte, qué sentido tiene eso ya, para tener un alguien que sea un algo más que sexo satisfactorio y risas sinceras.

Pero ahí están algunas de mis amigas sintiéndose especiales cuando comparten esos supuestos estudios que las hacen sentir más especiales de lo que nunca serán, y abonándose la autoestima entre todas. O eso intentan. Son las más lindas, las más inteligentes y por tanto inalcanzables para cualquier hombre, ya no pidamos uno bueno y que sepa coger. Pero no sé, la verdad es que yo no me siento mejor ni menos sola cuando leo que soy hiperrecontraespecial por ser una treintona solitaria.

Treintona, soltera y patética debió llamarse aquella película, pero así quién la hubiera querido ver. Dibujaron un personaje patético en su reciente soledad, imbécil a pesar de los años y la supuesta experiencia, y sobretodo desamparado. Y tantas mujeres queriéndose reflejar en el personaje de la Mori, qué bella sigue siendo, por cierto. Sacando la pancarta del Fantástica lo más grande que se pueda. Soy realmente fantástica y por eso estoy sola, pero SOY FELIZ, gritan hasta quedar afónicas; pero, perro que ladra jamás muerde y los cojos duran más en pie que los habladores.

Al menos a mí, no me bastan esas flores artificiales.


5 comentarios:

  1. Hay mentiras que, de tanto repetirlas, acaban creyéndoselas.
    Un abrazo.

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    1. Precisamente mi estimado Josep, aunque yo en este caso dudo mucho que se lo crean.
      Abrazos.

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  2. Por suerte, no me siento parte de este "nuevo" feminismo. No me gusta el vestido que se han puesto para hacer ver que son especiales y fuertes. Hay otros caminos para ser valoradas y respetadas.
    Un gran abrazote y beeesos, querido Gildo.

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    1. Creo que es así como dices, sólo un vestido o un disfraz para cubrir todo lo que en verdad se siente.
      Te mando un gran abrazo querida Mire, beeeesos.

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  3. Tienes razón Julio. Y claro que hay pretendientes, pero ¿quién las merece?
    Abrazos amigo.

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