martes, 22 de agosto de 2023

de Ella



Me lo regaló ella, ella, mi ella. Aquella con la que elaboré tantas viñetas del futuro que se murieron siendo sólo sueños. Pero cómo podrían haber sido otra cosa.

Me parece algo absurdo que haya sido el primer libro que me obsequiaba, pese a más de un lustro de relación y a pesar de saber lo que disfruto la lectura; ahora en que somos sólo amigos, ahora en que debo hacer entender a mi cabeza -con anhelos dentro- que lo que tuvimos, pese a ser lo que fue, ya no será ( y mira, que sé muy bien que puede que la vida nunca más destelle igual). Ahora que cada uno camina como puede.

No esperaba el regalo. No hice nada extraordinario para merecerlo: un pequeño favor, uno de tantos que le he hecho, poca cosa con lo que puedo hacer por ella, con lo que un tiempo después hice. Le había comentado días atrás que me gustaría leer "Lolita". No recuerdo cómo pasó eso, qué leí o qué vi que me hizo desear leerlo. Y un buen día me sorprendió con él y le dio el aura de sagrado: el libro que "ella" me regaló.

El libro me encantó. Por ahí leí que era sorprendente que la mejor novela norteamericana la hubiera escrito un ruso. No he leído muchas novelas así, pero sí puedo decir que me gustó más que "Moby Dick" o "En el camino".

Yo a ella le había regalado mi libro favorito, que ahora debo reponer, claro.

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