domingo, 26 de mayo de 2024
Fuerza
viernes, 17 de mayo de 2024
Ver a mi madre convalecer sólo fortalece mi perspectiva sobre la eutanasia, sobre irme a la hora que yo decida, porque, pues, se me da la gana hacerlo.
Ya he dicho, creo que más de una vez, que me parece un disparate confiar en la piedad de un Dios que pocas veces es piadoso. Y he creído ver que no hay justicia divina ni poética, y que muchos malandrines se salen con la suya. Que el cuento de que nadie se va sin pagar sus deudas no aplica para el loco que mató a diez, al parecer inocentes, y luego se pegó un tiro que acertó; y sólo queda ver a quién echar la culpa del desaguisado.
Pero como también he dicho antes, algunas veces me traiciona la esperanza, y entonces me sorprendo deseando que pasen cosas, que mi aun no difunta ilusión, espera, porque la lógica con la que crecí, dice que así debería ser.
jueves, 9 de mayo de 2024
eternidades
El teléfono me pone en la pantalla una nota sobre una mujer que ha enviado las cenizas de su difunto esposo, fan acérrimo de Starwars, al espacio. A la eternidad, dice grandilocuente el título, que espera que pinche el enlace y luego de tolerar la omnipresente publicidad y el cantinflismo del texto, me entere de los detalles de tan magna acción.
Según lo que argumenta Brad Pitt encarnado en Aquiles, todos buscamos la eternidad. Yo no. Al menos no la que se muestra en aquella película. La verdad es que cuando la madre de Aquiles le explica las dos opciones que tiene, la que el héroe rechaza a mí me parece maravillosa: tener una amorosa esposa, hijos y nietos que lo amen y la rústica felicidad de la vida en familia, no veo por qué alguien quisiera irse de ahí.
Sólo alguien tan mediocre como yo lo entenderá.
Estoy seguro que queremos trascender, la mayoría al menos, y creo que la manera más sencilla de hacerlo es teniendo hijos. Aunque no de todos los padres se habla con admiración, eso todos lo hemos visto.
Si Gil tendrá alguien a quien contarle lo que vivió conmigo y lo que fue su padre, lo desconozco, aunque pareciéndonos tanto supondría que sí quiere ser papá. Y la verdad me encantará tener un nieto con quien ser niño una vez más.
Pero la mayoría anhela algo más, algo único, aunque esa mayoría se parezca tanto entre ellos. Y bueno, no cualquiera puede pagar por echar las sobras de un cuerpo al espacio.
lunes, 6 de mayo de 2024
escribir
Escribir para curarme. Escribir para sanar. Escribir para que lo que me agobia salga. Escribir como terapia. Escribir como el desahogo necesario que precisa el alma; dicen que para no enfermar fermentando agrios sentimientos y rencores. Escribir para sanarme, que ya sería mucho.
Escribir por necesidad, por convicción, por vicio. Escribir porque no puedo callar mis necedades ni mis justos o injustos reclamos.
Escribir para entender, para entenderme, para descubrirme, a veces maravillado.
Escribir para ser.
miércoles, 1 de mayo de 2024
Preguntaban ayer en la radio si creíamos que el niño que fuimos estaría contento al ver al adulto que somos. Me quedé pensando sobre ello, la verdad es que no sé qué pensaría ese pequeño Gil del que soy ahora.
Quizá habría decepción, o sorpresa, finalmente el niño que fui no anhelaba ser nada en específico, no tenía sueños.
Seguro que le entristecería saberme sólo, y divorciado, conocer la historia de mis decepciones amorosas. Pero le haría sonreír ver al hermoso niño del que soy padre.
Pienso que le resultaría sorprendente a ese niño al que le molestaba la insistencia de su madre para que tomara un libro y lo leyera, y que pasaba malos ratos para entregar los reportes de lectura diaria en la escuela; que leyó tan pocos libros en aquellos ya lejanos días, ver cuánto disfruto ahora leer y que escribo prosa y poesía.
Y bueno, tantas veces parece que no he dejado de ser un niño, que quizá por eso la pregunta me resulta algo incomprensible.
Mi hermoso Gil, mi queridísimo hijo.
Estoy orgulloso de ti desde el primer momento en que te vi, moviéndote en aquella cuna. Pero eso era sólo lo feliz que era de haberte conocido. Fuiste creciendo y el orgullo ha seguido ahí, multiplicándose, expandiéndose; nos has llenado de orgullo y alegría a todos los que te queremos, que somos muchos.
Me gusta verte, apasionado, entregado, ilusionado, sea jugando voley o tocando la guitarra, y sólo sé que me siento más orgulloso de ti. Sé que así será en el camino que sigas.
Te amo muchísimo.