Escribir para curarme. Escribir para sanar. Escribir para que lo que me agobia salga. Escribir como terapia. Escribir como el desahogo necesario que precisa el alma; dicen que para no enfermar fermentando agrios sentimientos y rencores. Escribir para sanarme, que ya sería mucho.
Escribir por necesidad, por convicción, por vicio. Escribir porque no puedo callar mis necedades ni mis justos o injustos reclamos.
Escribir para entender, para entenderme, para descubrirme, a veces maravillado.
Escribir para ser.
Siendo así..
ResponderEliminarA escribir sin fin.
Un abrazo.
Llego por acá por casualidad y me agrada lo que leo. Opino al igual que tú que escribir es absolutamente sanador, sanador y necesario.
ResponderEliminarSaludos
Así es, sentirse bien, sentirse distinto, un largo invierno.
ResponderEliminarSaludos
No sé qué ocurrió, pues te dejé un comentario y no aparece. Para resumir, te decía que muchos escribimos por necesidad, para explayarnos, para conocernos mejor, para deleitar a los posibles lectores o como catarsis personal. Lo importante es, de todos modos, que uno se sienta feliz escribiendo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Escribir y punto. Suscribo a todo lo dicho, compañero de letras.
ResponderEliminarVa un abrazo, Gildardo.