lunes, 23 de junio de 2014

Puuuuuuuuuuutooooooooooo


Ya he dicho alguna vez, que en México existe una doble moral escandalosa. Se acaba de prohibir en la capital del país que en los circos se utilicen animales, iniciativa promovida, por un partidito político que se vende al mejor postor, además, propiedad de gente despreciable. Pero mientras, las corridas de toros (el regodeo ante la tortura y muerte de un animal) son llamadas arte, y a todos los que estamos en contra, nadie nos pela.

Ya es de conocimiento mundial, bueno, no sé si tanto, el escándalo por el grito que se le profiere al portero rival de nuestra selección de futbol. Puuuuuuuuuuuuutooooooooo. Se ha dicho de todo. Argumentos rescatables. Estupideces. Lugares comunes que sólo evidencian la ignorancia general del país.

La palabra puto, tiene dos grandes significados: homosexual y cobarde. Cuando ves homosexuales en la calle, puedes decir peyorativamente, que ahí van unos putos. Cuando un amigo tuyo tiene miedo de hacer algo, le dices: no seas puto. Pasa lo mismo con maricón.

Entre la defensa que se ha armado para disimular la ofensa del grito, está la polivalencia del término. Incluso se ha recurrido al diccionario de la RAE. Y se ha dicho hasta el cansancio que el grito no es homofóbico. Pero sí lo es. Todos en este país sabemos que lo es. Nadie le grita al portero rival cobarde, todos le gritan homosexual.

Y que al rato gane México.


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