lunes, 8 de enero de 2018

Ignorancia y prejuicios

Jugábamos Headbanz mi padre, Gil y yo, y era mi padre quien intentaba adivinar qué personaje estaba escrito en el papel que pendía de su frente:

–Soy hombre.
–No.
–Soy mujer.
–No.
–Soy maricón.

Y estallaron las risas. 

Era Mickey Mouse.


Recuerdo que cuando vi la película Mi vida en rosa, a pesar de saber que el personaje del niño es una niña en el cuerpo de un niño jamás supe (ni pensé ni creí) que se trataba de transexualidad. No es que me pusiera a pensar mucho sobre ello pero lo que pasaba por mi cabeza y creo que por la de muchos era el caso de una persona, en este caso un niño, gay. Sólo eso. Creía entonces que se trataba de un niño gay, que igual que hacen algunos adultos, disfrutaba vistiéndose de mujer. 

Era claro que se trataba de una niña en el cuerpo equivocado pero no recuerdo que se mencionara transexualidad, identidad de género o cosa parecida.

Sí recuerdo la conmovedora explicación que da la niña totalmente convencida de su certeza: es que cuando dios lanzó mi otra equis ésta se perdió y por equivocación me asignaron una Y, pero yo soy niña no niño.

Pienso que a grandes rasgos mi ignorancia de ese entonces sobre ese tema era la ignorancia de la sociedad en general. Y que ha sido precisamente gracias a la voz levantada de ciertos valientes que no han podido callar ante lo que consideran injusto, que ahora todos estamos de cierta forma familiarizados con asuntos de transexualidad y diversidad sexual.

Creo que en una buena proporción mi generación tiene una mentalidad mucho más abierta que personas que nacieron pocos años antes y que dista demasiado de las ideas de nuestros padres que no entienden ni quieren entender sobre diversidad sexual o cosas por el estilo, para los que sólo hay hombres, mujeres y maricones (una querida tía no podía entender cómo una película de maricones había ganado el Oscar). Aunque se lleva uno feas sorpresas con personas de tu edad o incluso más chicas.

Y si bien ahora hay mucha menos ignorancia, todavía hay muchos prejuicios. Demasiados.


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