lunes, 24 de junio de 2019

de filosofías idiotas

Vivimos en una paradoja en la que aunque hay infinidad de información disponible la gente está cada vez más malinformada y más estúpida. Se distribuye a través de la red una cantidad grotesca de basura que se consume sin reparo. Se publican supuestos estudios, se distribuyen mentiras absurdas. Y una especie de imán impide que las cabezas se aparten demasiado tiempo de las pantallas.

Pienso que quizá también sea debido a una sobrecarga de pseudoliteratura y versos ramplones, de creer que el tal Quetzalnoah es un maravilloso poeta y que Coehlo escribe literatura, de pensar que conoces a Bukowski o a Cortázar porque compartes memes con sus frases descontextualizadas. No lo sé. Pero lo juzgo pertinente.

Pero de entre tantas letras vacías hay una sentencia que llamó mucho mi atención (incluso entre la mierda resalta alguna mierda), que me hizo voltear por lo estúpida que me resultó, aunque si lo pienso un poco va totalmente a tono con mucha de la filosofía barata que se distribuye en estos internetescos días.

¡Enamórate de mis defectos! dice la bobería aquella.

Pero qué clase de imbécil consagrado debería ser para quedar prendado de tu grosera impuntualidad o de tus enfermizos celos, del malacopeo que te llega al embriagarte o de tu (para ti) absurda inseguridad. Qué tendría que estar mal en tu cabeza para que consideraras mi falta de ambición como el embriagante elixir que te llena de deseo.

No me gusta en lo que se está convirtiendo el mundo, un mundo de estúpidos enajenados cuyo sentido de vida lo da un teléfono celular. Un mundo educado por toda esa idiota filosofía que se expande sin reservas aparentes.

Los defectos se aceptan, como una parte incómoda de ese al que se ama. Lo otro es sólo una estupidez.


9 comentarios:

  1. Mirá, hay una aplicación que emula al piano, luego, un pibe CREE que está tocando un piano cuando lo que está haciendo es hacer notas pregrabadas. De terror. Para mí está un poco claro que dos factores atentan gravemente a la sociedad cibernética actual:

    1. La pésima calidad de la música pese a las toneladas de programas de talentos (ya no hay un Black Sabbath, un Dee Purple, un Pink Floyd, y decenas así).
    2. El ombliguismo hedonista con Snapchat, Instagram, y el ensaciable deseo de “me gusta” les tiene el cerebro quemado a un montón. Ego, forma mata fondo.

    Sin embargo, los buenos libros siguen ahí.

    Un abrazo, compa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues sí mi estimado, ahí siguen los buenos libros y la buena música, pero creo que cada vez llenándose más de polvo. Qué le hacemos.
      Veía en el periódico hace pocos días que coronaron artista del año al tal bad bunny.

      Abrazos che.

      Eliminar
  2. Internet podría aportar y acercar tantas cosas que cuestan; a veces, contadas, lo hace. Pero, en general, a muy pocos les importa lo bueno de verdad.
    Las redes sociales, para mí, son un espanto. Ni loca me metería en Facebook y en MeWe casi no entro porque su mediocridad es asombrosa.
    Así estamos, querido Gildo, rodeados de memes, de boludeces y de boludos.
    Un gran abrazo y beeesos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es así mi querida Mire, memes y boludos. Yo a Mewe de repente ya no pude entrar no sé por qué; de eso tiene ya más de tres meses, y la verdad es que no me esforcé en volver a entrar, creo que dista mucho de lo que teníamos en Google, y que en verdad extraño, sobretodo la Comunidad. Ahora que leo lo que tú y Gavrí dicen menos me arrepiento. Facebook es casi horrible, rescato la posibilidad de encuentro con gente con la que hubiera sido muy complicado volver a encontrar y que algunos me hayan podido leer.

      Eliminar
  3. Estoy totalmente de acuerdo con vos, Gildo querido. Acabo de contestarle a Elisabeth Miró que a MeWe lo dejé a la deriva por las rotundas razones que expresa Mirel y apenas quedó para alguna compartición ocasional. Hasta me mudé de plataforma para el blog y me fui a wordpress, donde leo muy buen material de muchas personas, bastante diferente a lo que google nos tenía acostumbrados.
    Transé con Face a instancias de mi hija para tener una plataforma desde la que compartir las noticias terribles de este lado del mundo y la página en sí, En este mismo mundo, tiene cierto grado de aceptación.
    Todo lo demás es más de lo mismo. Otro google, mucho más poblado.

    Repito, cien por ciento de acuerdo a lo que expresás acá y que de hecho, encontré en Face, reposteado por Silvito.

    Abrazos, Gildo querido.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me da mucho gusto volverte a ver acá hermano, y ver que seguimos pensando igual en muchas cosas. Le decía a Mire que yo de repente no pude entrar a mewe por el password y la verdad no me esforcé mucho por regresar, ahora que los leo veo que ha estado bien haberlo hecho.
      Facebook me ha servido para reencontrar a cierta gente querida, para bromear con amigos y para que algunos me lean. Tomamos lo bueno de la cosas, aunque sea poco, mi querido cuervo.

      Te mando un gran abrazo.

      Eliminar
  4. Cada vez estoy más convencido que la estupidez se ha convertido en una pandemia fuera de todo control. Ignoro cómo se transmite ni si existe una vacuna efectiva. Quizá el reservorio sean las redes sociales a las que todos, en mayor o menor medida, estamos conectados. Así que debemos tener mucha cautela.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo también amigo, tanto de lo que ve actualmente evidencia la estupidez de la gente, y no parece haber cura.
      Abrazos.

      Eliminar
  5. Exactamente eso pienso Julio, así son las cosas, jajaja.
    Abrazos.

    ResponderEliminar