viernes, 6 de octubre de 2023

Niño



Eran los preparativos previos a la batalla. Un surrealista duelo más entre piratas y caballeros. Gil y yo esmerados en colocar a cada playmovil en donde esperamos no caiga pronto, en un lugar en que idealmente pueda disparar y protegerse.

Creo que podría asegurar que yo me divertía más jugando con esos maravillosos playmovils que Gil, que yo lo disfrutaba mucho más. Era yo el que los añoró tanto en mis infantiles años, el que los veía en las repisas de los supermercados, inalcanzables; el que se soñaba jugando con los bellos juguetes. 

Como fuera, fue muy lindo, los dos disfrutando el juego, juntos.

3 comentarios:

  1. Nada como tener con quién compartir los juegos...

    Saludos,
    J.

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  2. Nunca deberíamos abandonar al niño que fuimos y que llevamos dentro.
    Un abrazo.

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  3. Me hiciste recordar el mito del padre que le compra un tren eléctrico a su hijo para poder jugar él. Lo más fantástico, además del precioso momento que viviste con Gil, es la ilusión con que se percibe que lo has hecho. Felicidades por esos instantes.

    Un abrazo

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