martes, 16 de junio de 2020

un agrio día de junio

Sentí unas ganas tan grandes de escribirle algo a Pau Donés. Ese deseo inmenso por sentarme y teclear eso que seguro saldría, esas pequeñas letras en las que le quieres agradecer a alguien tan lejano todos los momentos en lo que te acompañó. Pero se me atravesó el asunto de Lili, y mi pequeña cabecita vivió dándole vueltas a la absurda situación; la mira y la remira desde todos los ángulos, regresa a los de mayor esperanza o a los más lúgubres, eso que pareciera que masoquistamente me gusta revisitar. 

Como mal habitante de este principio de siglo reviso mi celular por las mañanas, lleno de morbo; con mi vanidad esperanzada y mi curiosidad a tope. El facebook se abre y veo la devastadora noticia: ha muerto Pau Donés. Espero a que sea hora para llamar a Lili, y le suelto la noticia, ahora soy yo el ave de las malas nuevas (alas negras, palabras negras). Charlamos lo indispensable, que nunca es suficiente, y le deseamos un buen descanso. Nos despedimos. Minutos después me entero que ambos estuvimos en ese último concierto de Jarabe en Metepec.

He vuelto a comprobar que no existe la experiencia en el amor, como cantara algún día el Príncipe, y que a pesar de los años de terapia mi ego me continúa dominando, pareciera que sin demasiado esfuerzo. La misma costumbre facebuquera me invita a postear una canción del héroe fallecido, no es casualidad que escoja "Dueño de mi silencio", sé perfectamente que pude ahorrarle varios disgustos a mi amada de haber podido hacerlo. 

Es tanto el malestar en mi conciencia, más mis culpas mal encarnadas; extraño demasiado las palabras de mi compañía ineludible de los últimos dos meses y medio, mi "werita"; extraño todos los mensajes y llamadas a cualquier hora del día, que me desaparezca el ceño fruncido unos momentos. No puedo dejar de pensarla, no puedo dejar de culparme. Y claro, olvidé las letras de reconocimiento para ese genial músico.

Los días me darán respuesta, el tiempo hará su incansable labor, seguiré escuchando a Jarabe de Palo, y, aunque sea a regañadientes tendré que ser el dueño de mi silencio, al menos por unos días.





4 comentarios:

  1. HOLA, ME GUSTÓ TU BLOG, TE SIGO Y TE CUENTO QUE ESTOY INAUGURANDO UN BLOG DE FRASES BELLAS, TE ESPERO, SALUDOS.

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    1. Muchas gracias, te agradezco. Prometo darme una vuelta por allá.

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  2. He estado leyendo varios de tus últimos textos (de todos los que tenía pendientes por estas semanas de ausencia) y supongo que no es azar que haya elegido para comentar uno que es de celebración y otro que es de todo lo contrario. Porque eso es la vida, el tránsito entre momentos buenos y momentos difíciles... y todos nos constituyen.

    Lamento mucho, como tú, la muerte de Pau Donés (son esas noticias que me hacen creer que la vida y la muerte pueden ser muy injustas) y lamento que te haya encontrado en tiempos menos felices (y es sólo una deducción a la que llego yo). Menos mal que todo esto de vivir es cíclico.

    Un abrazo grande

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    1. Hasta ahora te respondo Alís querida, disculpa. Es cierto, han sido días agridulces como titulé esta entrada, días de incertidumbre donde siento que la cabeza me va a explotar, con sus ratos de esperanza. Y otros días que me han resultado felices por esa misma esperanza. Ahora ya no estamos juntos, es oficial, pero creo que algo tan lindo no se habrá terminado. No encuentras a alguien con quien te sientas así para dejarla ir. Veremos.
      Te abrazo fuerte.

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