jueves, 17 de septiembre de 2020

los otros autorretratos

Los últimos tres autorretratos son de este año, y creo que cada uno tiene una intención.

Del primero no podría explicar el por qué de esos dos rostros entrelazados, uno más pesaroso que el anterior, pero así quedaron. Un rostro más grande que el otro, a diferente altura, pero ambos mirando a quien los mire. La foto del rostro más grande la tomé luego de derramar unas lágrimas por mi madre que parecía morir, el otro es sólo mi rostro que se resiste a sonreír.

El segundo parece lo opuesto. Estoy muy sonriente a pesar de tener el rostro lleno de golpes: rasguños, moretones, raspones, un corte profundo. Así de sonriente estaba yo enamorado, luego el asunto se jodió de algún modo y me fui de hocico sin meter las manos. La foto la tomó ella, de ahí la sonrisa.

El último es bastante reciente, de hace pocos días, de una foto que me tomé algunos días antes. Por primera vez se aprecia mi cabello largo. Creo que representa un yo más sereno que puede mirar de frente. Me gustó bastante cómo quedó.

En los tres retratos se aprecia, con mayor o menor intensidad, la herida que me hice en la frente, hace un año jugando basquetbol. Una herida significativa.






5 comentarios:

  1. Estas tres pinturas de tu rostro tienen sus propias características. Creo que la mejor pintura de las tres es la segunda.

    Es una publicación hermosa y única.
    Saludos desde Indonesia.

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  2. No deja de ser llamativo que en la que apareces más "magullado" (con heridas) sea en el que más sonríes.

    El primero me recuerda los diferentes rostros que tenemos según nos fijemos en el hemisferio derecho o el izquierdo. Algo (mucho) de nosotros muestra, sin duda.

    Un abrazo

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  3. Pues creo que tú lo sabes bien Alís, lo feliz que fui con ella. Y bueno, si te dejas ir como gorda en tobogán, a veces terminas así, magullado.
    Del primero son dos fotos distintas.
    Acá magullado también lo usamos 🙂
    Te abrazo.

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