Los usos y costumbres perpetúan el
lenguaje. Conservan, transforman o cambian las maneras en que nombramos a las
cosas. Hay nombres (signos) que se pierden y que perviven sólo en los
diccionarios arrumbados en un rincón del que parece nadie los sacará (quizá si
en la casa no hay internet y se está jugando al scrabble, ante la necedad de
quien dice que esa palabra sí existe alguien los desempolve), si es que nadie
los ha tirado aún. Igual que las enciclopedias se volvieron obsoletos. Hay
palabras que se repiten tantas veces, regodeándose al hacerlo, porque se han
vuelto populares por una moda que obedece a quién sabe qué cosa. Hay palabras
que se visten de ropas viejas, unas veces elegantes y otras en harapos; a veces
los que escribimos las usamos cuando queremos encontrar palabras con un
significado afín a esa palabra que no queremos repetir. También las usan los
viejos y los cultos. Arcaísmos les llaman.
Hay palabras que son mal pronunciadas, la
costumbre dejó que nadie advirtiera que así no se decía el nombre de esa cosa.
Seguro estarán enojadas, molestas cada vez que no se les usa correctamente.
Incluso la ignorancia colectiva hace que se corrija a quien sí conoce la
verdadera palabra: “¡no se dice magullado!”.
Hay palabras recluidas porque a alguien se
le ocurrió decir que eran malas, palabras que aparecen en ocasiones especiales
como cuando hay alcohol recorriendo las gargantas. Aunque en algunas personas
como yo conviven codo a codo con las que carecen de maldad. Son palabras que se
divierten en la boca de niños y adolescentes que se sienten importantes
mientras más de estos vocablos saquen del encierro.
También, hay palabras que han perdido su
valor, palabras que fueron despojadas de su identidad y viven en una crisis en
la que ya no saben qué significaban. “¿Entonces, qué es un amigo?”, pregunta
una. “¿Qué es el amor, qué, amar a alguien?”, se escucha decir a otra
totalmente desgastada. “¿Y paz?”, no recuerdo ya lo que significaba.
Los diccionarios siempre llegan tarde a la
fiesta, nunca se les dice la hora exacta o será que son impuntuales de cuna; la
cosa es que nunca están presentes en los momentos precisos. En México todos
cantinfleábamos* y catafixiábamos* sin importar si el diccionario y su real
academia nos daban o no permiso. Pienso que todos en el país saben qué
significa decir que los Atlanta Falcons la cruzazulearon* gacho*. Que a la larga
llegue al diccionario o no no será ningún mérito. Las palabras no están hechas
para eso.
*Cantinflear es decir algo de forma muy rebuscada y confusa.
*Catafixiar es cambiar una cosa por otra.
*Cruzazulear es cuando se está muy cerca de la victoria y se pierde. Debido al equipo de futbol Cruz Azul que lo ha hecho en varias ocasiones en años recientes.
*Gacho significa feo.
*Cantinflear es decir algo de forma muy rebuscada y confusa.
*Catafixiar es cambiar una cosa por otra.
*Cruzazulear es cuando se está muy cerca de la victoria y se pierde. Debido al equipo de futbol Cruz Azul que lo ha hecho en varias ocasiones en años recientes.
*Gacho significa feo.
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