Sería ocioso hablar sobre las maravillas que ha traído la tecnología a nuestras vidas, con la otra cara de esa moneda en la podredumbre que ha representado en ciertos aspectos.
Desde escuchar al que clama que no sabe cómo podíamos vivir antes, casi desconectados; hasta el otro extremo del que lamenta la desconexión del entorno inmediato del que vive pegado a sus redes, y no se desconecta ni para cagar.
Desde escuchar al que clama que no sabe cómo podíamos vivir antes, casi desconectados; hasta el otro extremo del que lamenta la desconexión del entorno inmediato del que vive pegado a sus redes, y no se desconecta ni para cagar.
Esta tecnología le ha dado voz a todos, nos ha dotado de un altavoz que decidimos si usar o no, y se puede ver –a veces se tiene que ver forzosamente ante la insistencia– la verborrea desbordante de quien no conoce el valor del silencio y está convencido de que todos debemos enterarnos de cada estupidez que le cruza la cabeza. "Cada uno puede decir lo que quiere y si no te gusta pues bloquéame, porque este es mi muro y ahí digo lo que quiero". Y eso es lo que se acaba haciendo, borrando a los necios gritones.
Las redes nos han igualado a todos. Cualquiera puede decir lo que quiere. Cualquiera puede publicar un libro. Digo publicar que no es escribir. No cualquiera puede escribir un libro pero todos pueden publicarlo, y por qué no, llamarse escritores. Es lógico, si ya tienen un libro en las manos con su nombre en la portada, así no sepan lo que es la sintaxis.
Dijo Síndrome al Señor Increíble que cuando todos fueran súpers nadie iba a serlo. Y es la verdad. Si cualquiera puede publicar su libro, cuál es el mérito.
Si me alegra saber que mi amigo ha escrito un libro y le compro un ejemplar por una mezcla de morbo y apoyo, pero al empezar a leerlo veo que la mierda que tengo en las manos tiene errores de tecleo y faltas de ortografía, qué podría pensar de "todos" los demás libros publicados por sus autores. En este mundo de las generalizaciones pensaré que todos son mierda.
Ese es un problema. Si voy a un restorán y pido algo que tiene un sabor horrible no regresaré a ese lugar a probar nada más. Ahí se quedará sin conocerme ese otro guiso que sí es delicioso.
Entonces parece que no es tan buena la democratización de los medios porque el mundo está lleno de irresponsables. Sin hablar de gente sin escrúpulos.
Si me alegra saber que mi amigo ha escrito un libro y le compro un ejemplar por una mezcla de morbo y apoyo, pero al empezar a leerlo veo que la mierda que tengo en las manos tiene errores de tecleo y faltas de ortografía, qué podría pensar de "todos" los demás libros publicados por sus autores. En este mundo de las generalizaciones pensaré que todos son mierda.
Ese es un problema. Si voy a un restorán y pido algo que tiene un sabor horrible no regresaré a ese lugar a probar nada más. Ahí se quedará sin conocerme ese otro guiso que sí es delicioso.
Entonces parece que no es tan buena la democratización de los medios porque el mundo está lleno de irresponsables. Sin hablar de gente sin escrúpulos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario