¿Cómo no iba a armar historias, a construir castillos, a cargarle mil sueños al futuro? ¿Cómo iba a dejar de vestir hechos de casualidades para tragarme completa la historia que en otros me parecería risible seguramente? ¿Cómo no iba a pensar que de alguna manera la vida, por alguna absurda razón, o sin darse cuenta; me hacía un precioso obsequio, me daba un amor bonito luego de tantos años y fristraciones, luego de tantos intentos frustrados, luego de algún que otro aprendizaje?
¿Cómo no iba a ilusionarme como un chiquillo, abrazado feliz a tu cintura?
No hay comentarios:
Publicar un comentario