lunes, 18 de enero de 2021

un divague de enero

En un momento de profunda frustración, rememorando tantas frustraciones previas, sobre todo las más recientes, esas en las que me estrellé de hocico mientras armaba y admiraba nuestras casualidades o nuestras primeras veces; me desahogué explicándome ante ella. Le conté de ese vacío que sentía en el pecho, de lo que se sentía ver mis fantasías desvanecerse, las casualidades reducidas a meros hechos intrascendentes, de la idea nefasta, en esos momentos más presente, de terminar solo, solo y anhelante, porque me ha tocado ser de esos que se aferran a seguir soñando finales felices.

Rememoro mis sensaciones en esos preciosos días de primavera, con tantas letras, tantas canciones, tantos versos, viéndome llegar a esa anhelada meta, y pareciera que soy de esos que se enamoran de todas a la menor provocación. No es el caso. Eso creo. En realidad me he enamorado pocas veces en mi vida, pero pasa que cuando lo hago me dejo ir como gorda en tobogán. Y qué flojera hacerlo de otra forma. No sé, me parece absurdo no entregarse todo cuando uno se siente tan feliz con alguien y además parece correspondido. 

Pero ¿cómo combates los miedos ajenos? ¿Cómo convences a alguien de que eres ese que le dices que eres y que no traes máscaras puestas? Al menos no trascendentales. ¿Cómo saber cuántas heridas tiene, qué tan profundas son, con cuántos patanes con disfraz de caballero tuvo que lidiar antes de ti? ¿Cuántas razones tiene para confiar en alguien?


 

8 comentarios:

  1. Del mismo modo que se dice que el tiempo todo lo cura, yo creo que ese mismo tiempo todo lo acaba aclarando, aunque a veces sea demasiado tarde.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cierto Josep. El tiempo trae respuestas aunque a veces tardan de más, no por culpa suya, sino nuestra, por nuestras necedades.
      Comienza a pasar, creo.
      Abrazos amigo.

      Eliminar
  2. Sobre tu reflexión, pienso que conocer todas las cicatrices, miedos e inseguridades de la otra persona forma parte de una intimidad a la que se llega con el tiempo...

    Normalmente vamos entregando al otro esa intimidad en diferentes grados: primero nos quitamos un velo, después otro, después otro... Y quizá siempre haya algo que guardemos para nosotros mismos y nadie más. El porcentaje de eso que solo queda para nosotros es variable entre diferentes personas. Unos desvelan más, otros menos.

    Lo que está claro es que si quieres que otra persona confíe en ti, debes comenzar a confiar tú primero. Totalmente paradójico si se le da muchas vueltas pero... Quizá sea eso, no darle muchas vueltas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Varias veces me pregunté si no se me había ido la boca desnudándome. Como fuera, ya lo había hecho. Y coincido contigo, siempre nos guardamos cosas para nosotros.
      Creo que no aprendemos un carajo pero las cicatrices de algo servirán.
      Te dejo un abrazo.

      Eliminar
    2. Al hilo de esto que me comentas, hace un tiempo le di vueltas al tema en esta entrada, por si te quieres pasar https://lachicadelahoradelte.blogspot.com/2017/10/intimidad-miedo-y-apertura.html

      Es algo en lo que suelo pensar: que dos personas dentro de una pareja no estén en el mismo nivel de intimidad (que una dé más que la otra

      Eliminar
  3. No sé si hay finales felices, de partida "final" y "feliz" parecen términos contradictorios. La felicidad está en el durante y creo que si la hemos tocado, ya podemos darnos por satisfechos. Por lo demás, la confianza tiene que construirse y nutrirse, y a veces requiere de mucha paciencia y constancia.

    Ojalá encuentres el amor que te haga feliz

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por los buenos deseos querida Alís. Es cierto, si conocimos una felicidad tan grande ha valido la pena, ahí están los versos de muestra, los recuerdos lindos.
      El problema de que sea un asunto de dos.

      Te extrañaba bastante por acá querida Alís.
      Te abrazo.

      Eliminar
  4. Pues no es algo igual a lo que me cuentas mi querido amigo pero supongo que se parecerá más de lo que creo. Uno ve lo que quiere ver.
    Abrazos.

    ResponderEliminar