El día llegó. Ya está publicado mi libro.
Ya lo tengo en las manos. Ya lo hojeé, ya lo olí, ya lo sentí.
Y aunque el texto estaba listo desde hace
varios meses decidí aventurarme con algunas editoriales locales para ver si lo
podía publicar de esa forma, es obvio que con nulos resultados. También lo
inscribí a un concurso del que se dieron resultados en marzo de este año.
Finalmente lo autopubliqué, y sé que pude hacerlo así desde un inicio, pero
quería intentar ese otro camino, quizá por pura vanidad.
Ya está aquí, listo para que lo lean.
Es para ustedes, en mucho fue por ustedes.
Para los que están aquí desde hace más de dos años, los que permanecen y los
que andan en otras cosas; para los que están conmigo en este feliz viaje de
contarnos y decirnos, y conocernos de paso; para los que recientemente el
bendito internet nos ha posibilitado el feliz encuentro, los que han llegado al
blog por pura casualidad, causalidad.
Ha sido un viaje, un gran viaje: intenso,
grandioso, inimaginable. En él está parte de mi alma, de mi ser. Es un hijo al
que sí parí (ríome). Recuerdo esas primeras líneas que ya tenían este
propósito, las dudas, los peros.
Agradezco infinitamente a Gavrí Akhenazi
por su apoyo y por su tiempo, por su interés desinteresado y por su amistad. Te
quiero cuervo.
Y como dijera Nefer Munguía, pasen a leer.
El libro está disponible en formato
impreso y en ebook en Amazon, esperando por ustedes.
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