Después de ver algunas horas de
transmisión de los juegos olímpicos puedo decir que el trabajo de narrador
deportivo es el más sencillo del mundo. O dicho en otras palabras, la mayoría
de los narradores que tenemos que ver en México son unos imbéciles sin la menor
gracia o el conocimiento necesario para realizar un buen trabajo de crónica
deportiva y aportarle algo al espectador.
Es tan risible, pero da coraje ver (más
bien escuchar) cómo critican y juzgan el trabajo de los atletas, sobretodo
cuando se nota inmediatamente que no saben un carajo, y que además, no tienen
la experiencia para saber de qué están hablando porque nunca han competido en
nada.
Estos narradorcillos igualmente cometen
error tras error, pifia tras pifia, y en muchas ocasiones ni siquiera corrigen
las estupideces que están diciendo.
También tienen apostados supuestos reporteros sin el menor tacto o
inteligencia para hacer preguntas a los deportistas.
Así que creo muy profundamente que es el
trabajo más sencillo del mundo. Criticar sin ton ni son y que te paguen: la
gloria.
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