Los que me leen de hace tiempo saben que
Gil se parece muchísimo a mí. Creo que lo he mencionado ya varias veces e
incluso habrán visto alguna foto para corroborarlo. Los que no lo sabían ahora
lo saben. Resulta que este maravilloso niño ha salido casi idéntico a mí, para
mi orgullo y mi preocupación. Y ahí va él por la vida, sabiendo también que no
sólo compartimos el nombre.
Ahí está él ahora, sorprendiéndome cuando al poner un disco (es que soy a la antigüita) escoge uno de José José o de Juan
Gabriel. Y entonces se imaginarán que luego ahí estamos los dos cantando
desaforadamente. Y ahí estamos también pasando horas sentados jugando juegos de
mesa, en casa de mi tía Lupita, como hemos estado haciendo los sábados que le
toca estar conmigo. Ni siquiera se nos duermen las nalgas de tan bien que la
pasamos.
Supongo que llegado el momento también
empleará “malas palabras” para expresarse, porque me ha escuchado desde
pequeñito y porque trae los genes el pobre niño. Para pesar de mi madre.
Me gusta creer que sabiendo más o menos
cómo se siente sobre ciertas cosas, basado en lo que yo sentía en situaciones
parecidas puedo orientarlo mejor que con los clichés malhechos que casi todos
recibimos, del tipo del “échale ganas” y el “piensa positivo”, o aquella otra
estupidez de que el que se enoja pierde o que no debería llorar por nada.
Pero mi último gran gusto ha ocurrido el
fin de semana que pasó, cuando el sábado disfrutamos juntos del juego 7 del
campeonato de la liga americana. Lo mejor, los dos apoyábamos a los Astros y
los dos despreciamos a los Yankees. Y leyendo cómo es que me apasiona el rey de
los deportes se imaginarán lo contento que estoy explicándole, por ejemplo, el
por qué si el bateador fue ponchado ha corrido hacia la primera base. O
cualquier otra cosa de este apasionante deporte.
Ahí estoy también contándole anécdotas de
juegos que vi cuando era niño y adolescente, junto a mi padre. Sólo que nosotros mirábamos el
televisor callados, y las anécdotas a mí me las contaban los señores que salían en la televisión.
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