sábado, 23 de junio de 2018

de hijos de puta y el moderno mundo II


Pareciera que la multitud, la masa, sería más correcto decir, está únicamente esperando para ver qué celebridad o persona con relativa fama cae o simplemente tropieza, para participar del despedazamiento que completamente engolosinados emprenden sin tregua y con total crueldad sobre la circunstancial víctima.

Pero puedes ser una total desconocida hasta el momento de tu linchamiento público (una supuesta amiga tuya decidió exhibir cómo te besuqueabas con un tipo en tu despedida de soltera), incluso estar muerta ya (tuviste el pésimo tino de subirte al coche que momentos después se iba a estrellar y donde el ebrio conductor no murió. Y como bien dice Tyrion Lannister la vida está llena de posibilidades). Y sí, si eres mujer se te garantiza un tratamiento todavía más cruel. Porque parece que toda mujer esconde una puta dentro.

La nueva víctima de la ira irracional de las redes es una mujer que a mí me parece admirable. Una mujer cuyo único pecado fue ser la esposa de un imbécil que en estos tiempos decidió grabarse con la verga de fuera y enviar el video a su amante.

Muchos dicen que ser la esposa de un infiel es lo común. Pero cualquiera espera haberse matrimoniado con alguien que conozca la prudencia y la discreción. No fue el caso y esta inocente mujer ha sido destino de burlas y crueles manifestaciones de la inmensa estupidez actual. Una más.

Y bueno, todo está dicho en esta descriptiva frase del buen Hank. ¿Por qué habríamos de estar solos en nuestra mierda?

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