viernes, 9 de octubre de 2020

una libreta

Me gustan las libretas. ¿Es eso un fetiche? 

No lo sé, ni me importa, pero a mi gusto por esos objetos rectangulares se suma mi afán de acumulación. Qué feo. Y ahora, ese deseo irrefrenable por hacerlas yo mismo. Sí, algunos de ustedes saben lo bueno que soy para hacer manualidades, y lo mucho que me gusta hacerlas.

La idea de hacer mi propia libreta no apareció sola. Estaba yo buscando, en Youtube por supuesto, la forma de hacer un libro por mí mismo. Luego de tener bastantes problemas con mi archivo para Create space, pensé que quizá podría ser una buena idea hacer esos libros recopilatorios de mis escritos del blog yo mismo. 

Y bueno, entre todos los videos que Youtube decide mostrarte, me enseñó como hacer un sketchbook. ¡Mira, podría yo hacerme un sketchbook! Pero el video que encontré no era muy claro en cuanto a la forma en que deben coserse las hojas, y buscando un poco más, fui a dar con un estupendo video de Nuestro estudio, en el que se elaboraban cuadernos, y que es, además, increíblemente claro.

La cosa fue que luego de hacer dos sketchbooks, porque tenía mucho papel, sentí esas ganas de hacer una libreta. Quizá también habré recordado un video de Antonio García Villarán donde habla de sus libretas, y menciona que algunas la ha hecho él mismo.

Entonces, hice unas libretas que debo decir no quedaron demasiado bien, sobre todo al momento de pegar las pastas. Me descuidé y las pegué un poco chuecas. Quizá no chuecas, pero no sé cómo explicarlo.

Y... luego de tanta palabrería, venía yo a decir que esa primer libreta hecha por mí está prácticamente llena. Ya tengo a su sucesora, que elaboré hace dos fines de semana, jajajaja, soy tan obsesivo para ciertas cosas tan inútiles. Debería abrir una cuenta de instagram sólo para presumirla, quedó muy bien.

Las páginas contienen el dolor por la convalecencia de mi madre y la felicidad que me llegó cuando Liliana dijo Hola, y me volteó el mundo sin avisar. Supongo que es como aquella entrada Días nublados con un rayo de sol. Pero de hecho, lo primero que hice en ella fue dibujar, la última vez que me quedé a cuidar a mi querido tío Polo, quien falleció al final de ese malpresagioso enero.

Ahí germinaron tantos poemas, ahí están las huellas de este turbulento año.

Fotografié algunas páginas, para compartirlas:





 




4 comentarios:

  1. Muy buen trabajo, Gildo y me parece genial que te gusten las manualidades. También era fan de andar con anotadores y libretas en la cartera cuando escribía. Siempre podía surgir la punta de alguna historia. En una época me hice unos pequeños anotadores con tapas de papel de ilustración en las que le pegué fotos sacadas por mí e impresas. Incluso en una Navidad hice un montón para regalar.
    Un gran abrazo, amigo y beeesos.

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    1. Traigo una libreta pequeña en la bolsa del pantalón y un pequeño bolígrafo para todo eso que se aparece por la cabeza. Pero me gustó esta libreta por el tamaño y las hojas en blanco, lo que hace que los dibujos se vean mejor. Creo que es un buen archivo.
      Te abrazo fuerte amiga. Me ha dado un gusto inmenso verte acá.
      Beeesos.

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  2. Supongo que los sketchbooks tienen muchas aplicaciones, no solo para hacer bocetos de dibujos.
    Hace mucho que no uso una libreta y creo que me estoy perdiendo un buen recurso que bien podría utilizar para hacer un croquis borrador de mis relatos antes de darles forma. Hasta hace algún tiempo, lo único que anotaba en una libreta eran simples ideas o argmentos (una línea a lo sumo) que después iba desarrollando sentado ante la computadora. Ahora ni eso. Idea que me viene, idea que intento desarrollar directamente en la pantalla en blanco. El refrán dice que "cada maestrillo tiene su librillo", je,je. Quizá debería ir siempre con una libreta en el bolsillo, ir anotando las ideas a medida que se vengan a la cabeza y luego, en casa, hacer un esquema más detallado.
    Un abrazo.

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    1. Pues pienso que quizá esta libreta podría considerarse un sketchbook por el asunto de las hojas en blanco. En ella hay dibujos, poemas y escritos, pero pienso que podría ser así.
      Lo de los skechbooks tiene que ver con el tipo de papel que tienen: uno es con papel para acuarela y el otro de dibujo. Claro que se puede escribir en ellos pero sería desperdiciar el papel.
      Me gusta el tamaño de la libreta, que es media carta, lo que posibilita muchas cosas.
      Abrazos amigo.

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