días nublados con un rayo de sol

Mis amigos que me leen y la gente que tan gentilmente lo hace sin pasar lista, se habrán dado cuenta de lo dispares que han sido los escritos de un mes al otro. La impotencia por la situación de mi madre (que prolonga su agonía, por el momento bastante leve, pero quién sabe hasta cuando) y la alegría de mi corazón ante la llegada de alguien que apareció sin avisar.

Pero fue precisamente esta hermosa mujer quien se convirtió en mi paño de lágrimas y mi querida confidente, en quien pude descansar mi alma mientras inconscientemente esperaba que fuera alguien más que una vieja amiga que se muestra interesada ante la tragedia de ese amigo con quien tiene una pequeña historia. Quien me sacó tantas sonrisas entre mis nublados días. Finalmente, quien me enamoró.

Creo firmemente que el amor llega, y que si uno tiene la puerta cerrada pasará de largo. Ya contarán las letras de esta bitácora ese futuro, ahora incierto, pero lleno de esperanza. La esperanza con la que me ha pintado el alma.