martes, 30 de enero de 2024

Disciplina

"Disciplina Borracho, disciplina". Recuerdo haber leído esto en alguno de los muchos libros de Bukowski que leí. Me parece que si alguien tuvo disciplina fue el célebre borracho, tan afamado en redes sociales ahora.

Porque pienso, eso de exigirse la escritura diaria pese a la resaca, es de alguien con extraordinario dominio de sí. O quizá no lo hacía diario, pero lo hacía las más de las veces, eso es seguro, antes del hipódromo y mucho antes de liarse con alguna entusiasta mujer; antes de los tragos.

Y esa fama que Bukowski tiene ahora lo pone como alguien que escribía borracho, cosa que cualquiera que escriba sabrá que debe ser más que complicado. 

Pero bueno, la palabra en cuestión es disciplina. Una palabra común, que todos hemos escuchado en cualquier lado, pero una palabra que nombra algo, al menos para mí, en extremo difícil. Y mi exploración iba por señalar que es una palabra que yo tenía asumida erróneamente. La escuela me dio una definición de disciplina que en realidad quería decir obediencia, era la obediencia lo que todas esas maestras evocaban cuando hablaban de ella, cuando se me evaluaba como un niño disciplinado.

Qué gran equivocacion.




miércoles, 24 de enero de 2024

Un año más

Un año más que pasa y sigo viva.
Algo obvio, quizás, para la gente
pero no para mí que estoy amenazada
por la "larga y penosa enfermedad"
a la que alude el mundo
cuando, disimulando en un susurro,
pretende hablar del cáncer
como si fuera algo vergonzoso.

El mundo, sí,
qué discreto y delicado para ciertos temas
y qué salvaje y turbio para otros
donde la crueldad la ejerce el hombre
y no precisamente,
con la total indiferencia de Natura,
sino con la ambición que frena y desbarata
la evolución del bien en nuestra tierra.

Nada cambia en el mundo,
la carne sigue siendo fragilidad sufriente
y el demonio se impone con su imperio
caótico y perverso sobre todas las razas.

Escriban un poema que no sea un panfleto
de los muchos que surgen por las redes,
una emoción que, humana, se aproxime
al otro con las letras extendidas,
los pájaros dispuestos para el vuelo más alto
y el diente para el hambre que nos acucia a todos.

Un rítmico poema
que ponga los acentos en la vida
porque tendremos tiempo ad aeternum
de ser fans de la muerte.

Escriban el poema que acelere los pulsos
de los que, por amor, siguen despiertos,
y avanzan por amor y se rebelan
ante el inmovilismo de las masas.

Nihil novum sub solem, compañeros,
pero escribamos viejas cosas nuevas
y estrenemos el alma.


Facebook me ha traído el recuerdo de este bellísimo poema de Morgana, de hace unos años que lo compartí en mi muro, el poema tiene más tiempo, lo recuerdo bien porque me invitó a escribir algo al respecto, respecto a esas viejas cosas nuevas que a veces escribimos a los que nos gusta escribir.

Y sí, está esa parte de los versos que me llama con claridad, pero el comienzo del poema me habla de mi madre. Otro año más que pasa y sigue viva, casi cuatro, desde aquel aciago 2020 que con tantos cargó. Pero antes de la cuarentena y el desastre, nosotros teníamos a mi mamá cada día peor, con esa larga y penosa enfermedad que también aquejara a mi querida Morgana.

Precisamente el día de mi cumpleaños, el mes que viene, serán cuatro años exactos de la décima sesión de radiación que mamá recibió y que casi termina con su vida.

Pero aquí está. Aquí sigue. Y desde mi miope perspectiva han sido cuatro años excelentes, en los que quizá por primera vez cosechó lo que antes con tanto empeño había sembrado. Y aunque es una colérica que no descansa, tuvo que aprender a dejar pasar el tiempo viendo una película o una serie, me costó trabajo creer que vio ocho episodios de una serie en un día.

Aquí sigue mi vieja, aquí seguimos, sabiendo que el día menos pensado el cáncer ganará finalmente la partida.



El torneo es del otro lado del planeta pero me acosté viendo tenis y desperté haciendo lo mismo. Bueno, la dosis de tenis matutino fue de pasada, observando muy pocos puntos de todos los que presencié, entre ellos, claro, el tiebreak del tercer ser.

Desperté con la sorpresa, ganaba Sverev 2-0 y estaba 5-2 en ese largo tercer ser. A Alcaraz. Finalmente ganó en el cuarto. Me asombra la fuerza mental que ahora tiene, debe ser terrible no poder ganar el partido con tu saque y enfrentar la posibilidad en cada punto más fuerte, de que ese chaval te dé vuelta al juego. Y luego con todo el estadio de su parte.

Me acosté después de las 12, Hurkacz se recuperó para llevarse el cuarto set y se venía un quinto. Ya era suficiente. Si Medvedev ganaba o perdía lo averiguaría al despertar. 

Creo que podría haberme esperado a ver quién ganaba pero decidí intentar dormir sin demasiado sueño.

Ahí está. Otra de mis mundanas pasiones.




viernes, 19 de enero de 2024

Recuerdo postnavideño

Tengo pocos recuerdos de la primer casa que habitamos, la casita, le dice mi mamá cuando alude a ella. Una pequeña casa en una pequeña colonia no muy lejos de aquí, de la casa, que junto a esa otra sí justifica el apelativo de mamá.

Tenía cinco cuando nos mudamos, emocionados supongo, contentos, ahora tendríamos un patio que fue testigo de bastantes juegos entre Daniel y yo. Ahí aprendimos a cachar con los guantes que mi padre nos compró.

Me estoy yendo por otra rama. El recuerdo que quería traer es de mis padres haciendo esferas para el árbol de navidad, aunque no sé si podría usar la palabra esfera para los sencillos adornos que hicieron aquella navidad, con cariño y amor, me imagino; los imagino así, porque no lo recuerdo, nos recuerdo a los cinco juntos en la mesa del pequeño comedor, mientras ellos trabajaban; nosotros éramos pequeños para hacerlo, y heredé de mi padre el perfeccionismo y la pasión por las manualidades, por lo que no creo que pudiéramos hacer otra cosa que mirar y admirar su trabajo.

Eran unos adornos que habrán sacado de algún lado, hechos en un papel que semejaba el terciopelo, eso sí lo recuerdo bien, pues los adornos decoraron el árbol varias navidades posteriores. Recuerdo botas y quizá bastones, rojos, con lentejuelas doradas pegadas.

No muchos años después, mi madre varias veces nos puso a hacer otros adornos para el árbol; así que de cierta manera nuestra navidad comenzaba desde quizá septiembre, en las tardes en que en torno a la mesa de la cocina, cosíamos y pegábamos, cortábamos y convivíamos haciendo nuestros adornos, continuando lo que ellos habían hecho cuando no podíamos hacer otra cosa que mirar.

Siempre lo disfruté. La verdad es que soy feliz haciendo manualidades. Otra verdad es que me ha conmovido el recuerdo o más bien la evocación de mi padre elaborando esas "esferas", de mi madre luchando contra su naturaleza descuidada para que los adornos quedarán lindos, de mis hermanos y yo siendo parte de la verdadera magia navideña.




jueves, 18 de enero de 2024

Dejé las palabras guardadas, supuestamente esperando que eso que quiero decir, o al menos sobre lo que quiero divagar, se macere. Aunque es bastante ridículo querer que las ideas se cuesan si no se las persigue; si no se las piensa un rato, si no se las busca como adolescente obsesionado. Pero la verdad es que ahora no tengo demasiadas ganas de hacerlo, de pensar, de hacer asociaciones en torno a algo que pensé, sobre lo que ya escribí, algo relacionado a lo que publiqué hace no mucho, o que está en los borradores  del blog medio perdido.

Creo que implica más que sentarme a escribir, que sentarme a querer escribir aunque parezca que sólo lo digo de dientes hacia afuera. Porque como he dicho no tengo ganas de hacerlo.



martes, 16 de enero de 2024

Bullet journal

Debo decir que he pasado algunas horas viendo videos de bullet journal, en primer lugar porque encontrar un video donde se explicara el método llevo varios intentos. Descubrí que la mayoría del material relacionado con el diario es sobre su decoración. La gente pasa más tiempo decorando sus libretas que usándolas supongo, porque el detalle que le ponen a sus diseños deben llevarles varias horas.

Y la verdad es que me llama mucho la atención ver todos esos diseños y dibujos bonitos, ver todos los implementos que poseen esas personas para decorar sus journal:  washitapes (que hasta ese momento ignoraba su existencia, pero que resulta hiperpopular), sellos, cientos de plumas y plumones, rotuladores, estilógrafos, y un largo etcétera de material de papelería, que también debo decir, me atrae mucho.

Y sí, todo ese mundo del bullet decorado y personalizado me encanta, le habla a una parte mía que disfruta haciendo y teniendo cosas, pero creo que queda fuera de lo que el método es, que me parece muy eficiente si se lleva como un organizador y una bitácora. Así que, al menos por el momento (porque uno nunca sabe), lo llevaré en su modo simple. Aunque no va a quedar exento de decoración, mis libretas siempre terminan con muchos dibujos en sus bordes, pero no creo que mucho más que eso.






miércoles, 10 de enero de 2024

Journal

 


Voy a comenzar a utilizar un bullet journal, bueno, de hecho ya lo he empezado. Pero como me gusta hacer manualidades, en especial hacer libretas, pues he hecho la libreta yo mismo. Me esmeré pintando un Camus de acuario.

Y pese a lo elaborado que fue hacer la libreta, pienso llevar la bitácora lo más sencillo posible. Luego de investigar un poco, la gente pasa demasiado tiempo "embelleciendo" algo que no tiene esa función, en mi opinión; pero a cada cual sus perversiones.

Pienso que este sistema me puede servir mucho, y que me puede ayudar a vencerme, que es el plan que quiero llevar a cabo.

martes, 9 de enero de 2024

¿el último?

En la mañana pensé en un poema escrito el año pasado, aunque podría haber sido días antes y hasta ese día fue publicado. Un poema lindo. Un romance en octasílabos que debo decir fue escrito para "ella", para la misma persona a la que le escribí tanto, tanto tiempo después, de no tantas formas distintas.

Y resultó que facebook me lo mostró en la mañana como un recuerdo, así que lo leí de nuevo -me resulta imposible no hacerlo-, sigue viéndose lindo. Al menos a mis ojos.

Fue de hecho, el último poema que escribí pensando en ella, inspirado por ella, aunque supongo que también ignorado por ella, porque a esas alturas ya no tenía intención de leer mis desvaríos, ni yo de mostrárselos. Algo es algo.

Es este:

No me sigas ni me esperes

que me estoy abriendo paso. 

A mi modo, a trompicones, 

con un inmenso retraso.

Pero siempre fui tan lento

pasmarote en mi letargo;

calmo, torpe, distraído,

es mi andar perfeccionado.


No me sigas ni te sigo

hablemos mejor un rato.

De la muerte, de la vida, 

de nuestros propios milagros.

Dime en qué sueñas despierta

si tienes deseos profanos;

si a pesar de los pesares

la vida bien te ha tratado.


Yo te diré mis secretos

los pasos que voy andando, 

el porqué de mi tardanza

de qué me voy enterando; 

para aprender a vivir

cargando con mis fracasos.

Aceptando mis defectos

amando mi lado flaco.


No me sigas ni me esperes

vuela mejor a mi lado.

Seamos libres codo a codo

con los sueños desplegados.

Acepto tus diferencias

veme por todos mis lados:

los lindos, los divertidos,

también los desesperados.




miércoles, 3 de enero de 2024

Sólo

Sólo tú puedes vencerte, y sólo vencerte a ti tiene valor.

De qué sirve que te conozcas, que te conozcas más que antes, si no haces nada al respecto.

De qué carajo sirve saber cosas si no las haces.

Importa lo que haces, lo demás sólo te alimenta el ego. Tu gordo ego.