martes, 9 de enero de 2024

¿el último?

En la mañana pensé en un poema escrito el año pasado, aunque podría haber sido días antes y hasta ese día fue publicado. Un poema lindo. Un romance en octasílabos que debo decir fue escrito para "ella", para la misma persona a la que le escribí tanto, tanto tiempo después, de no tantas formas distintas.

Y resultó que facebook me lo mostró en la mañana como un recuerdo, así que lo leí de nuevo -me resulta imposible no hacerlo-, sigue viéndose lindo. Al menos a mis ojos.

Fue de hecho, el último poema que escribí pensando en ella, inspirado por ella, aunque supongo que también ignorado por ella, porque a esas alturas ya no tenía intención de leer mis desvaríos, ni yo de mostrárselos. Algo es algo.

Es este:

No me sigas ni me esperes

que me estoy abriendo paso. 

A mi modo, a trompicones, 

con un inmenso retraso.

Pero siempre fui tan lento

pasmarote en mi letargo;

calmo, torpe, distraído,

es mi andar perfeccionado.


No me sigas ni te sigo

hablemos mejor un rato.

De la muerte, de la vida, 

de nuestros propios milagros.

Dime en qué sueñas despierta

si tienes deseos profanos;

si a pesar de los pesares

la vida bien te ha tratado.


Yo te diré mis secretos

los pasos que voy andando, 

el porqué de mi tardanza

de qué me voy enterando; 

para aprender a vivir

cargando con mis fracasos.

Aceptando mis defectos

amando mi lado flaco.


No me sigas ni me esperes

vuela mejor a mi lado.

Seamos libres codo a codo

con los sueños desplegados.

Acepto tus diferencias

veme por todos mis lados:

los lindos, los divertidos,

también los desesperados.




No hay comentarios:

Publicar un comentario