viernes, 19 de enero de 2024

Recuerdo postnavideño

Tengo pocos recuerdos de la primer casa que habitamos, la casita, le dice mi mamá cuando alude a ella. Una pequeña casa en una pequeña colonia no muy lejos de aquí, de la casa, que junto a esa otra sí justifica el apelativo de mamá.

Tenía cinco cuando nos mudamos, emocionados supongo, contentos, ahora tendríamos un patio que fue testigo de bastantes juegos entre Daniel y yo. Ahí aprendimos a cachar con los guantes que mi padre nos compró.

Me estoy yendo por otra rama. El recuerdo que quería traer es de mis padres haciendo esferas para el árbol de navidad, aunque no sé si podría usar la palabra esfera para los sencillos adornos que hicieron aquella navidad, con cariño y amor, me imagino; los imagino así, porque no lo recuerdo, nos recuerdo a los cinco juntos en la mesa del pequeño comedor, mientras ellos trabajaban; nosotros éramos pequeños para hacerlo, y heredé de mi padre el perfeccionismo y la pasión por las manualidades, por lo que no creo que pudiéramos hacer otra cosa que mirar y admirar su trabajo.

Eran unos adornos que habrán sacado de algún lado, hechos en un papel que semejaba el terciopelo, eso sí lo recuerdo bien, pues los adornos decoraron el árbol varias navidades posteriores. Recuerdo botas y quizá bastones, rojos, con lentejuelas doradas pegadas.

No muchos años después, mi madre varias veces nos puso a hacer otros adornos para el árbol; así que de cierta manera nuestra navidad comenzaba desde quizá septiembre, en las tardes en que en torno a la mesa de la cocina, cosíamos y pegábamos, cortábamos y convivíamos haciendo nuestros adornos, continuando lo que ellos habían hecho cuando no podíamos hacer otra cosa que mirar.

Siempre lo disfruté. La verdad es que soy feliz haciendo manualidades. Otra verdad es que me ha conmovido el recuerdo o más bien la evocación de mi padre elaborando esas "esferas", de mi madre luchando contra su naturaleza descuidada para que los adornos quedarán lindos, de mis hermanos y yo siendo parte de la verdadera magia navideña.




5 comentarios:

  1. Bellos y tiernos recuerdos que siempre te acompañarán. No hay que olvidar jamás nada de los que nos hizo felices cuando éramos niños.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. ¡Qué bellos recuerdos has compartido Gildardo!. Tus padres supieron enseñar y compartir el verdadero sentido de la Navidad que es: entregar amor y cariño en pequeños gestos y actos.
    Bellisimo y tierno tu escrito.
    Abrazos

    ResponderEliminar
  3. A mí también me pasa eso de irme por otra rama jajaja como digo yo: que me voy del tema, o que se me va de las manos... Besos.

    ResponderEliminar