El caso no pintaba bien desde un
principio, bueno, desde que supe sobre ello a través del noticiero. ¡Tlaxcala!
La cuna de los padrotes, de la trata de mujeres y la prostitución obligada.
Una chica muy joven, estudiante. Una mujer
bonita. Una mujer que abordó supuestamente un taxi seguro para volver a su casa
después de ir a divertirse. Una mujer muerta. Otra.
No quiero imaginar lo que esta pobre chica
vivió los últimos días de su vida. No quiero imaginar lo que podría vivir
cualquiera de las mujeres de mi vida: la mujer que amo, mi familia, mis amigas.
No quiero pero tengo que hacerlo porque
forma parte de la realidad del mundo, del mundo en el que vivo.
Descansa en paz Mara.
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