En el posteo anterior mostraba un diálogo
de la “vida real” de un tipo ridículo que nombró a su hijo Messi. Ahora,
después de analizar un pensamiento que llegó a mi perturbada mente pienso que
este hombre puede ser un fiel seguidor del Pensamiento Mágico Pendejo. Vamos,
un fiel seguidor de Coello y sus conspiraciones universales, dónde sólo hay que
desear las cosas para que éstas sucedan.
El hombre espera que su vástago sea igual
o mejor jugador de futbol que el propio Lionel, y dentro de esta elaborada conspiración
con el universo el segundo paso ha sido llamar al niño como aquel fenómeno del
balón. El primer paso ha sido obviamente desearlo con todas las fuerzas de su
alma, además de pedírselo a la vida y a dios, la virgen y todos los santos, o
al menos sólo a los más milagrosos.
Luego habrá que llenarle la vida con
futbol al pequeño para que no pueda pensar ni desear nada más, desde calzones
del Barcelona hasta papel sanitario, que igual hasta por el culo le entra la
magia futbolera.
Hombre listo éste.
Se habrá dado cuenta de todo el dinero del que ha dispuesto el padre de Messi
desde hace ya muchos años. Quién podría culparlo por intentarlo.
Y pobre niño. Si no tiene habilidades para
el futbol le joderán la vida más que a otros. O diferente, quizá sólo eso.
No imaginé encontrar esta imagen.
Por el culo y con ayuda del universo.
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