Las quintas partes nunca fueron buenas.
Jajajaja, debo reír, el título me parece demasiado jocoso. Y es que, si las
segundas partes no son consideradas como buenas películas (con sus honrosas
excepciones), pues las quintas partes deben ser bodrios insalvables.
Salvo "El imperio contraataca”, que
se supone es una quinta parte –aunque en realidad fue la segunda de una saga
que va por su séptima entrega– no parece que estas producciones
cinematográficas sirvan para nada más que para recaudar billetes.
Pero, debo decir que este año he visto dos
quintas partes que me han parecido bastante sobresalientes. Claro está, que
juzgo las películas dentro de los parámetros que corresponden al tipo de cine al
que uno se está exponiendo: no espero lo mismo de Tarantino que de J. J. Abrams
o de los hermanos Farelly.
Las cintas en cuestión son las quintas
partes de “Misión Imposible” y “Terminator”.
Debo decir que la película de Tom Cruise
sí llamaba mi atención, ya que generalmente son estas historias muy buenas
películas de acción. Pero con la del exterminador no tenía ningún interés por
ver de qué carajo iba a tratar el asunto.
Aunque después de haberla visto me pareció
una buena historia, coherente con las dos primeras partes, con su buena dosis
de adrenalina (le dieron un gran uso a pietaje que tenían de la primer película
con Arnold joven). Considero “Terminator” 1 y 2 como pilares dentro de la
historia del cine, con una tercera y cuarta parte de las que se puede
prescindir sin perderse nada importante, o eso creo.
Y bueno, si las quintas partes tienen lo
suyo, esperaré con más ansias la de Toy Story.
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