viernes, 20 de septiembre de 2019

la miro


Escucho a Maribel hablar, fingiendo que estoy completamente interesado en todo lo que dice. La miro a los ojos, atento, aunque trato de no cargarle mi mirada, así que hago breves intervalos en los que miro a cualquier parte del bar donde estamos sin ver nada con detalle: la gente, las luces, los afiches en la pared, los músicos que no cantan en la televisión. 
Simplemente dejo de mirarla un momento, librándola de mis ojos, y haciendo una efímera parada en su maravilloso escote (qué belleza), antes de volver a posarme en sus ojos con la atención del niño que escucha ilusionado todas las historias de su abuelo. Sobre el asunto de mirar sus pechos estoy en la completa ignorancia, sé que puede resultar suicida regresar tras cada pocos minutos a esa magnífica imagen pero no lo puedo evitar; quién podría. 
Pienso también que le puede agradar que yo sea consciente de ese atractivo suyo y lo aplauda con esta discreta (eso creo) mirada, que vea que no me pasa de largo la elección que hizo al dejar a la vista ese pequeño punto donde sus pechos comienzan a juntarse. Aunque también podría parecerle que de poder hacerlo no dejaría de mirarlos y que incluso babearía sin asomo de pudor; pensar que sólo eso me interesa; y a quién no. 
Es un enigma, es mi ignorancia. Pienso también en las posibilidades del equilibrio, del ni tanto que queme al santo aunque también hay que alumbrarlo un poquito, que sepa (¿lo sabrá?) que sé que ella no vale por el tamaño de sus pechos pero que tampoco ignoro ni me pasa de largo lo bellos que se ven ahí frente a mí. Lo atractivos que son. 
Y… ¿por qué decidió ponerse esa blusa?



6 comentarios:

  1. Se hace vicio, somos víctimas de tan bellas formas.

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  2. Si la chica de tu historis fuera la de la foto, a mí también me ocurriría lo mismo. Hay bellezas que resulta imposible ignorar y hay determinados puntos de la anatomía femenina por los que es imposible pasar de largo, jeje.
    Un abrazo.

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    1. Verdad que sí mi estimado Josep, hay cosas que es una grosería no ver, una imperdonable falta de respeto, jajaja.
      Abrazos, espero haya sido placentero tu descanso.

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  3. Si se puso esa blusa es porque, se supone, que no le molesta que la miren. Unas cuantas miraditas no hacen mal a nadie, los ojos están para eso.
    Un abrazote, Gildo.

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    1. Yo pensaría lo mismo Mire, pero hay ideas bastardas del feminismo que opinan lo contrario, ya tú sabes de qué hablo.
      Abrazote y beeeesos.

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