sábado, 26 de agosto de 2023


Cuando intentas besar a alguien que no es tu pareja sabes que puedes ser rechazado, lo que a alguien como yo le hace más difícil llevar a cabo la arriesgada intención. De alguna manera sientes que tu beso será recibido con agrado, y es por esto que quieres hacerlo. Hay algo que te hace creer que ella se siente tan bien junto a ti que lo lógico es que se besen. 

Aunque finalmente, no tienes certeza alguna sobre si podrás posar tus labios en los suyos o si quedarás con la trompa parada y los ojos cerrados sintiendo el aire que ella no ocupó. Quizá todas esas señales sólo estaban en tu cabeza, quizá es tu deseo el que te ha hecho creer que es posible besarla. Pero sólo eso.

Tu cabeza va hacia ella y tu boca intenta coincidir con la suya. Pero no sabes si el beso se dará.

El imbécil de la foto espera que alguien crea que besó espontáneamente a la capitana del equipo, pese a que luego de tomarla por sorpresa la agarra con ambas manos y la lleva hacia él. Supongo que ella no lo vio venir pero ya es tarde para hacer algo, el tipo la tiene sujeta con ambas manos y ella está acorralada, el escenario no es propicio para la queja.

El asunto me hace pensar muchas cosas, porque cuánto poder cree tener el tipo para saber que puede hacer eso sin que pase nada, para cargar a otra jugadora como si de su pareja se tratara. Es de verdad asqueroso.

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