Escribí la semana pasada sobre la dicha que me provoca la
Navidad. Sobre algunos aspectos que me gustan de la Navidad, y cómo ahora la
vuelvo a disfrutar con mi hijo. Algunas personas me comentaron sobre la
nostalgia y tristeza con la que también puede cargar esta época del año. Eso
también lo sé.
Mi padre ha sufrido la pérdida de sus familiares más cercanos
precisamente en el mes de diciembre. Murieron su madre y una hermana en un
accidente en automóvil en 1977, años más tarde su abuela paterna, y algunos
años después su padre, mi abuelo, también en un diciembre. Le comentaba a
Morgana de Palacios que a pesar de ello, no recuerdo a mi padre triste o
nostálgico en diciembre o precisamente el día de Navidad. No tengo ninguna memoria
de esto. Y supongo que habrá un momento en que se entristezca, pero no nos lo
ha hecho notar. O al menos yo jamás me he dado cuenta y sé que soy distraído.
Yo simplemente lo veo feliz, disfrutando la temporada, siendo
feliz con su familia. Pero sé que no es así para todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario