viernes, 22 de marzo de 2019

Buenos deseos




Es en serio??? Me responde por mensaje privado la exalumna a la que hace poco más de dos horas felicité por su cumpleaños. No tengo una mínima idea de a lo que se refiere. Será que mi gran boca me ha vuelto a jugar una mala pasada, he dicho algo que no debí decir, o, como otras tantas veces ha pasado, alguien ha interpretado como se le ha dado la gana lo que dije con mayor o menor veneno.

A qué te refieres? Le respondo a esta chica una vez que he terminado de elucubrar de qué puede estar hablando. No te hagas. Sólo dime si sí o si no, o explícame qué quisiste decir. He levantado mis cejas mientras terminaba de leer su respuesta. ¡Puta madre!, ¿a qué chingados se refiere? Sólo atino a poner como respuesta una carita que expresa mi ignorancia. En nuestra conversación virtual aparece el mensaje de felicitación que hace no tanto tiempo le envié: Querida Gaby. Te deseo, que siempre seas muy feliz. Te mando un gran abrazo con cariño.

¿En verdad he escrito una coma luego de deseo? ¿Le dije a esta chica por la que únicamente siento el cariño hacia quien siempre fue una buena estudiante y de quien podría decir que le agrado, por la manera siempre educada de tratarme, que la deseo? Porque mi escritura siempre es clara, las palabras precisas con los signos correctos, puntos y comas siempre puestos donde deben estar. Seré disléxico pero también obsesivo. Y ahora, ¿qué pasó?

Sigo en blanco, con docenas de ideas de posibilidades bailando slam en mi cabeza junto a un vacío en mi estómago provocado por la vergüenza del asunto. Ninguna idea sobresale sobre las demás cuando aparece un nuevo texto en nuestra caja de diálogo: Sólo dime, te gusto?...

Un instante antes de presionarle enter a la respuesta donde le explico que seguramente debido a mi dislexia he puesto una coma donde no debía ir, me detengo pensando en las nefastas posibilidades de abollarle la vanidad a una mujer y borro las palabras.

En su lugar envío al changuito avergonzado como preludio de un tímido y escueto: Sí, me gustas.

Para no hacer el cuento largo y debido a toda la paja de la larguísima conversación que prosiguió a mi falsa confesión, retacada de mentiras, resumiré diciendo que estoy afuera de su casa esperándola para ir al cine.

Después, no sé qué vaya a pasar.

2 comentarios:

  1. Ja,ja,ja. Lo que puede ocasionar una coma fuera de lugar. Pero, quien sabe, como dice el refrán: no hay mal que por bien no venga.
    Un abrazo, amigo.

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    1. Verdad que sí, jajaja.
      Precisamente ese refrán queda perfecto Josep.
      Abrazos.

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