No tuve miedo (bueno, me lo aguanté, porque sí tuve).
Y me entregué a ti sin red protectora,
porque sólo se debe amar dándolo todo,
y cuando todo es tan bello...
de otro modo, ¿para qué hacerlo vida mía?
¿Nos jugaron los instintos una broma?
¿Eran sólo una ilusión mis sentimientos?
¿Y los tuyos amor mío?
¿De dónde te salió tanta cursilería?
Esa Lili tan romántica que no se reconocía,
que nunca se había visto así, y que me hizo tan feliz,
¿de dónde provino?
¿A dónde se fue todo?
Quizá sólo sean preguntas de inservible respuesta.
Un Caravaggio grafiteado,
la loca más bella de la cuadra;
su cuerpo tan lindo tan perfecto,
mujer con las alas desplegadas.
La ingenua niña que aún confía,
a la que ruboriza mi mirada,
la que sueña despierta sin dudarlo:
dijo hola y activó la magia.
Mi niña dulce, mujer tan fuerte,
mi artista convertida en fotógrafa.
Soy el niño llorón que anhela tu cariño
soy el loco que grita en el monte que te ama.
Soy el árbol torcido que espera te columpies
soy la rosa marchita deseando le eches agua.
Soy el río deseoso de mojar tu cuerpo
soy el viento que roza tus piernas cuando pasas.
Soy la risa en tu risa cuando ríes demasiado
soy con quien te sonrojas, el que te mira el alma.
Soy el hombre que espera verte como envejeces
soy el hombre que sabes te hará a diario la cama,
y lavará los trastes entre algunas caricias,
y entre risas y besos te quitará las bragas.
Soy aquel que te mira como vil pervertido
a punto del babeo mientras mira tus nalgas.
El que ama lo que eres, el que te acepta toda:
tu genio, tu cigarro, tus rabietas, tu calma.
Soy tu Gil vida mía, bien lo sabes de sobra
quien tu felicidad desea, el hombre que te ama.
Hermosa manera de amar, Gilo. Que dure y sea correspondido eternamente.
ResponderEliminarUn abrazo
Es lo que me ha sacado esta hermosa mujer Alís, ya veremos qué pasa.
EliminarTe abrazo fuerte.