Creo que la primera vez que lo vi fue en Perfume de mujer (Scent of a woman), como el rico cretino de la
película. Lo recuerdo todavía muy joven en Patch
Adams como el antipático y ñoño compañero de cuarto de Robin Williams. Pero
fue hasta su papel en Nadie es perfecto
(Flawless) en que tuve conciencia de su nombre y de su persona. Para ese
entonces ya había también actuado en Boogie
Nights, Happiness y El gran Lebowski, pero yo las vería
hasta tiempo después. Magnolia, Embriagado de amor (Punch-drunk love) y Mi novia Polly (Along came Polly)
contribuyeron a mi veneración para con él.
La verdad es que sentí una punzada en el estómago cuando
Tamara me avisó que había muerto. Y al saber el motivo, lo recordé en A Liza con amor (Love Liza). Me resistí
a creerlo. Y no me sorprende que nadie de quienes estaban presentes en ese
momento supiera quien era Philip Seymour Hoffman, al menos no por su nombre. No
son muchas las películas que protagonizó, tenía más bien papeles increíbles en
roles secundarios.
Uno de los consentidos de Paul Thomas Anderson, trabajó con
algunos de los mejores directores de la actualidad; desde los Coen y Todd
Solondz hasta George Clooney o Cameron Crowe. Y como sucede con los grandes
actores después de un gran papel o de ganar un Oscar, viene el llamado a un blockbuster. Después de encarnar a
Truman Capote, vino el villano de Misión
Imposible 3.
Son bastantes las pel
ículas
entrañables en las que participó. Es mi actor favorito. Por eso sentí tanto la
malanueva. Por eso lamento su muerte.
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