lunes, 29 de julio de 2019

entre famas y cronopios



...acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tuvo del dentífrico. (del capítulo 1, Rayuela)

Cuando leí "Historias de cronopios y de famas", al llegar a la parte donde se habla de estos dos tipos de individuos me di cuenta, con un sentimiento de cierta frustración quizá más parecida a la pena, que tengo demasiados rasgos en común con los famas; los acartonados y ordenados personajes de estas fantásticas historias. Qué le hacemos, no se puede negar lo que es, el árbol de duraznos da duraznos.

Tengo ciertos rituales obsesivocompulsivos sobre el orden, tengo una forma de ser que se escandaliza y siente ansiedad frente al desacato ante la autoridad, sigo las instrucciones y leo los manuales siempre. Soy cuadrado, en pocas palabras. Aunque no del todo. También tengo un lado travieso y desafiante, ese que se divierte blasfemando e ignorando órdenes. Ahora mismo, mientras escribo, no concibo muy bien como pueden convivir ambas dos partes.

Y sí, soy ese que necesita precisión en las citas y los encuentros, que prefiere el papel rayado al escribir y que sobre todo, aprieta desde abajo el tuvo del dentífrico y además se asegura de que no quede nada en él antes de echarlo a la basura.



Los Cronopios son unos seres verdes y húmedos, que viven al margen de las cosas entre el arte y lo antisocial. Son ingenuos, idealistas, desordenados, muy sensibles y poco convencionales. Viven con pasión, disfrutan cada cosa que hacen sin vergüenza, aunque a veces padecen de envidia. Sufren el mundo y aman al mundo.Los Famas, son entes burgueses, rígidos, organizados, sentenciosos, exitosos. Son los “formales” que se preocupan por el orden y que ocupan altos cargos políticos y/o empresariales.Entre estas dos vertientes, se sitúan los Esperanzas, aparecen con menos frecuencia entre sus textos, que son simples, aburridos, ignorantes, rutinarios y normalmente actúan sometidos a alguna de las otras dos “especies”.

8 comentarios:

  1. Yo sería un buen cronopio, salvo por lo ordenado que me gusta ser, juaaaaaasssssssssss
    Salud, mi querido.

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    1. Salud mi buen amigo. Defectos que tiene uno, jajajaja.
      Abrazos.

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  2. Recuerdo que cuando compré el libro, no me gustó demasiado y no lo terminé. Años más tarde lo leí y me encantó.
    También soy una mezcla de fama y cronopio, aunque cada vez me siento más cronopia.
    Un gran abrazo y beeeeso.

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    1. Me pasó lo mismo con el libro, sólo que yo lo dejé olvidado, o quizá fue como a ti sólo que no lo recuerdo. Yo veía mientras leía todo lo fama que soy, jajajaja. Pero hay famas buena onda, ¿verdad?, jajaja.
      Beeesos y un gran abrazo querida amiga.

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  3. Qué bueno Gildo,no me preguntes como he llegado aquí pero me gusta habelo hecho.Abrazos

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    1. Ahora que lo dices Betty me da bastante curiosidad, aunque te he visto acá varias veces.
      Gracias. Abrazos.

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  4. Alguna vez utilice el concepto de cronopio de cortazar en homenaje a las mujeres con pañuelos verdes en Argentina

    https://juanbmaciel.blogspot.com/2018/06/maestros-del-blues-deborah-coleman-nos.html

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