martes, 3 de mayo de 2022

cuestión de perspectiva

Dijo la chica en la serie: todo el sexo tiene que ver con prostitución. Y ya antes había dado dos ejemplos de ello: la esposa de un hombre rico, que no trabaja y que se la vive en el hedonismo total, intercambia una vida sin complicaciones por sexo, y quizá también por ser una mujer florero, la exquisita dama que dota de estatus a su benefactor en este mundo de apariencias y envidias. De la misma manera que luego de cine, palomitas y tacos (mexicanos) una chica se pueda sentir obligada a acostarse con su pequeño proveedor, que corresponda la parte que le toca en este intercambio sin reglas escritas.

 

¿Por qué esa inútil mujer puede ser parte del intercambio sin ser juzgada, y ser incluso envidiada por muchas más; mientras que a mí se me juzga por prestar mi vagina por un par de horas, recibiendo igual que ella, algo a cambio? Ella se prostituye de por vida. Pregunta la misma chica y me deja pensando.

 

Después, pienso en lo afortunado que he sido al haber tenido delicioso sexo con amor, en un intercambio de amor, o cariño o intenciones, en un intercambio con fluidos incluidos que sólo es parte de la relación amorosa, y en el que sólo he tenido que dar cariño a esa mujer con la que me enamoré, y que no pide a cambio nada por retozar en la cama conmigo. Con más de una mujer.

 

Y entonces creo que sí, sin amor de por medio sólo queda alguna forma de prostitución. Y me parece más “puta” la que se subió al aparador de un hombre, de por vida, que la que se presta a otro por dos horas.

 

 


 

ó﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽﷽ica en la serie: todo el sexo tiene que ver con prostituci

5 comentarios:

  1. Aquella, y aquel, que se acuesta con alguien a cambio de algo, sea dinero, bienestar o cualquier otra prebenda, practica una forma de prostitución. Del mismo modo, se prostituye todo aquel que hace algo que no es de su agrado por dinero.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. La trophy wife, como se le suele conocer también. Pues sí, lo dicho por la chica de la vida galante sí es un punto válido.

    ResponderEliminar
  3. Dalia Ileana Méndez González21 de octubre de 2022, 14:19

    Revisando a Emma Golman...En nuestro insignificante estado actual, el amor es, sin lugar a dudas, un extraño para la mayoría. Incomprendido y esquivado, apenas echa raíces; y si lo hace, muy pronto se marchita y muere. Su delicada fibra no puede soportar la tensión de nuestro agobio diario. Su espíritu, demasiado complejo, no puede adaptarse a la trama viscosa de nuestra textura social. Llora, gime y sufre con aquellos que lo necesitan, pero que no son capaces de elevarse a la cumbre del amor.

    Afortunados sin duda los que tienen el goce que no necesita intercambio, y más aún quien tiene sexo con amor, concuerdo contigo...En la actualidad la tristeza radica en qué se prefiere el sexo sin amor, y entonces mi querido Gil ¿Cuál sería el concepto del hombre cambiando los papeles? No solo considerando el aspecto económico sino desde la comodidad que los roles sociales han establecido.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No tienes idea de lo contento que me ha puesto ver tu nombre aquí, y leer tu comentario un poco más. Creo que es complicado hablar de amor, porque sólo podemos hacerlo como nos ha ido en la feria, o hacerlo sin bases, por lo visto en la tele y el cine. Y pienso que son demasiados los que no conocen el amor, y sólo han sido parte de un intercambio medio genérico que obedece modas.
      O qué sé yo, mi querida Dalia, sólo digo lo que pienso.
      Te abrazo muy fuerte.

      Eliminar
    2. Dalia Ileana Méndez González3 de noviembre de 2022, 18:16

      Comparto tu perspectiva, tristemente dudo cada vez más que las nuevas generaciones tengan la oportunidad de experimentar el amor. Con este concepto populacho que se les vende tan fantasiosamente.
      Pero aún me queda la duda a este cuestionamiento que te propongo en relación al intercambio de roles (género), y es que no en forma de ataque o defensa, pero observó muy amenudo estás historias de "amor" dónde se observa muy comodo al hombre en contar con el apoyo en las tareas del hogar, crianza y desarrollo profesional de la mujer (ahora ya no como empoderamiento femenino si no como una necesidad de supervivencia...otro tema)como un común, lo que crea una demanda más de actividades que lamentablemente no se logran compartidas cómo debieran o se esperaría (recalco, no es la regla), pero entonces en este intercambio ¿Quién peca más? La mujer que se sube al aparador o el hombre que tambiéno lo hizo y permanece, ambos sin amor. Será...que el amor es ese estar. Complicado mi Gil, abrazos.

      Eliminar