lunes, 7 de abril de 2014

Recuerdos de un excatólico III


Dice Bill Maher en el grandioso documental Religulous (religion + ridiculous), dirigido por Larry Charles (el director de Borat y de Curb your enthusiasm) que si no nos hubieran marcado la diferencia entre las historias de la biblia y los cuentos de hadas, no podríamos encontrar ninguna diferencia entre unos y otras. A lo que una molesta católica le reprocha: ¿está usted diciendo que la biblia es un cuento de hadas?

Y si no es un cuento de hadas, ¿qué es entonces? Una de esas historias increíbles - increíble, no por lo fantástica, sino por lo “no creíble”-, es la del arca de Noé. Y no me parece no creíble por lo sucedido en la historia: un diluvio destruye toda vida en la tierra, salvo la que se resguardó en el arca. Sino lo que pasa después: la familia de Noé pobló todo el mundo????? ¿Y como le hicieron? Quisiera yo saber. ¿Se reprodujeron como conejos? ¿Y cómo hicieron para parir personas con piel negra, o con ojos rasgados? Entre otras ingenuas preguntas.

Porque además, aceptar que a unos individuos se les hayan rasgado los ojos, por un factor evolutivo, sería aceptar la evolución, esa misma que dice que descendemos de los monos: ¡qué barbaridad!

Le decía una vez a mi madre, que al parecer espera que cambie de opinión en relación a la religión católica; que las historias que se le dicen a la gente van dentro de un ganar-ganar, me explico: Si una persona está enferma, muy grave, para la iglesia es ganar-ganar. Si la persona muere, fue porque dios así lo quiso; es suertuda además, ya que ahora está con Él, en el paraíso. Si por el contrario la persona se cura, también fue porque dios lo decidió, decidió salvarlo, Él, no los médicos o las medicinas. No hay pierde.

Una de las frases que más me molestan, es que ante cualquier situación, la gente coloque después de cualquier plan o deseo: “si dios quiere”. Alguna vez, respondí: ojalá quiera, si no, ya nos chingamos. Y decir eso es de lo más ilógico, si hablan de un padre tan amoroso, porque no querría que fuéramos felices.


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