En alguna ocasión impartí una clase de Apreciación
cinematográfica, a un grupo bastante numeroso. Les proyecté dos películas
mexicanas totalmente opuestas, como una especie de experimento. Una muy buena: “Temporada
de patos” de Fernando Eimbcke, la otra, una de las peores películas mexicanas
que he visto (bueno, esto dicho desde que tengo criterio para hablar sobre
ello, que en mi infancia vi bastantes malas películas mexicanas, pero entonces
no lo parecían): “Mosquita muerta” de Joaquín Bissner.
Como esperaba, aunque decepcionado, la
primera a la gran mayoría no le gustó, mientras que la segunda, fue del agrado
de casi todo el grupo. Hay que decir que a quienes les gustó “Temporada de
patos”, no les agradó en lo más mínimo la segunda película: los estudiantes más
avispados.
“Temporada de patos” es una película en
blanco y negro, con cámara fija en planos relativamente largos, con casi nula
música de fondo, que narra el domingo ocioso de dos adolescentes sin propósito.
Razones por las que además recibí algún: Está
bien aburrida su película. Nada que ver con la narrativa cinematográfica
actual.
De “Mosquita muerta” no vale la pena
hablar, más allá de que ya he dicho lo mala que es. La vi un día de mi
cumpleaños; Cinemex me obsequiaba un pase doble para ver todas las películas
que quisiera. Después de ver “Sweeney Todd”, había chance de ver otra y para
mala fortuna era la única que nos acomodó.
Todo esto viene a cuento de que hoy se
estrena la nueva película de Fernando Eimbcke: “Club Sandwich”, otra cinta con
una historia sobre la adolescencia, que esperaba desde hace un buen rato.
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