La vida nos encontró
caminando sin fijarnos
y aunque falso pareciera
pronto nos enamoramos;
entre esa charla tan linda
–los ojos compenetrados–
la sinceridad a flote:
nuestras almas se hermanaron.
Yo ya no esperaba nada
ya sólo encuentros mundanos
darle algún calor al cuerpo
y a la risa algún resabio.
Y llegas tan deslumbrante
a pesar de los estragos
que te ocasionaron otros
cuando en tu lecho jugaron.
Igual de decepcionada
sin esperar nada a cambio
de esas palabras sagradas
que el corazón me curaron.
Y nos hablamos sin miedo
el alma puesta en la mano
mostrando nuestras carencias
y los huecos que quedaron.
Y hoy a tan pocos días
sin miedo nos arriesgamos
a soñar la vida juntos
llenos del amor más claro.
La etapa de soñar una vida juntos es la más hermosa de una relación, en mi opinión, que puede estar errada. Pero es que es cuando todo parece posible. Y lo es.
ResponderEliminarUn abrazo
Precisamente Alís. Y soñar es gratis.
EliminarPero pienso que estos sueños compartidos pudieran estar mucho más atados a tierra, ya no están basados en sueños.
Abrazos.
Hola, Gilo.
ResponderEliminarVeo que últimamente te ha dado por la poesía. Admiro la capacidad para encontrar la musicalidad y la rima en las palabras, y si es para hablar de un tema como el amor, más aún.
Así que enhorabuena por este precioso poema.
Un abrazote.
Bueno, los versos han estado inquietos y salen de repente. Y luego esta mujer que me hace sonreír :D
EliminarPues siempre me ha gustado la poesía rimada, y estoy aprendiendo técnica. La musicalidad la da el metro, algo bien medido tiene armonía.
Me alegra que te guste.
Abrazos Sofi.