Me haces pensar en Shae y Tyrion. Lo sé, ni eres una puta ni soy tan inteligente. Aunque ambos, como cualquier otro hombre, el más sabio o el más imbécil, podemos perder el juicio por una mujer.
Pero en los libros parece que Shae ha llegado no digamos a amar, pero sí a querer a Tyrion. No recuerdo indicios de lo contrario, y te llegas a creer que la convivencia y las atenciones le han sembrado cariño por el peculiar enano.
Creo que eso sería el amor ideal, no tener motivo alguno para dudas o recelos sobre el cariño de quien, dice convencida, que nos ama. Porque como escribe Jorge Volpi en "En busca de Klingsor", jamás tendremos la certeza de que quien dice amarnos en verdad lo hace. Decidimos creerlo y con eso nos basta. Preguntarlo, además, sería una insensatez.
Yo decidí creer tantas cosas. Como el enano. Como cualquier otro.
Qué otra cosa se puede hacer en tal situación. Creer y cruzar los dedos.
Mejor no preguntar, ni preguntarse, convertiría cualquier situación en una duda suspicaz eterna.
ResponderEliminarUn abrazo Gildardo!
Que las dudas las puedes tener siempre, no necesitas preguntar.
EliminarAbrazos para ti.
Me gusta leerte hace tiempo que no venia
ResponderEliminarGracias por compartir lo que sientes saludos siempre
Muchas gracias. Pues estoy convencido que si en un lugar hay que ser sincero es cuando se crea, en este caso, cuando se escribe.
EliminarAbrazos.