lunes, 14 de marzo de 2022

Apuntes sobre escribir VI

 


No hubiera imaginado a Bukowski escribiendo en computadora. Tampoco sé cómo hubiera sido mi proceso de escritura de haber tenido que enfrentarlo con una máquina de escribir, sin todas las bondades que me da, el mejor llamado Ordenador, para sacar eso que pienso y que creo que debo decir.

Imagino tener que lidiar con mi dislexia, y llego a pensar que muchas veces habría evaluado abandonar el asunto: son demasiadas las veces que debo corregir las palabras escritas al haberles cambiado el orden a dos o más letras. 

Y de adolescente usé bastante la máquina de escribir. De hecho en la casa había dos, no sé si porque mi madre fue secretaria o por otra razón. Recuerdo cómo contrastaban los apresurados sonidos provocados por ella con los que mis hermanos y yo le sacábamos a la pequeña máquina; el inacabable tartamudeo.

Bukowski parece encantado con lo fácil que resulta escribir en la computadora: sin tener que tachar, corrigiendo sin que quede evidencia de nuestro fallo, de nuestra idea sin rumbo, ni de lo mal hilado que estaba lo que ahora se ve presentable. Sin tener que reescribir lo que ya se ha corregido, tecleando con el simple toque de los dedos.

Y pienso también en todos los lloriqueos referentes al enfrentamiento con la hoja en blanco, pero una hoja en blanco en un procesador de texto que nos mima y consiente, con todas las facilidades que da para poder escribir. Los imagino fente a una dura máquina y no puedo evitar sonreír.

4 comentarios:

  1. La máquina de escribir me acompañó muchos años durante mi etapa estudiantil, para pasar los apuntes en limpio y para los trabajos que nos encomendaban. La aparición del ordenador personal, auque mucho más caro, fue un gran alivio. No soportaba tener que corregir con tippex los errores (luego, las máquinas eléctricas incorporaron una tecla de borrado, pero también era engorroso). Y qué decir de las copias, que requerían el uso del papel carbón (o papel calco). Ahora todo fluye mejor y de forma más limpia. Quizá no sea tan poético, pero ya se sabe que las modernidades siempre dejan atrás las manualidades, más naturales y menos artificiosas.
    Yo, ahora, no me veo escribiendo a máquina, y mucho menos a mano, a menos que se trate de anotaciones para tener en cuenta más tarde.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi madre luego compró una máquina eléctrica que nunca aprendí a usar. Solo usé la máquina manual.
      Yo escribo a mano algunas cosas ahora, sobre todo los versos. Pero a veces me cuesta mucho poder escribir cosas legibles, jajajaja.
      Abrazos amigo.

      Eliminar
  2. Lo que es a mí práctica, sigo escribiendo primero a mano en papel, luego lo paso al ordenador mientras le voy dando una primera corrección y luego lo sigo corrigiendo durante meses hasta que me olvido de lo que estaba escribiendo. O algo así.

    Saludos,
    J.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajaja, me has hecho reír. Yo sólo escribo versos en papel, y ahí borro, tacho y corrijo.
      Gracias, abrazo.

      Eliminar