viernes, 4 de marzo de 2022

mundo de tontos

Dice un refrán muy popular que los males de muchos son el consuelo de los tontos. Así parece ser. Debo ser un tonto para creer que no estoy mal o incluso que estoy bien, ya que muchos hacen lo mismo que yo o cojean del mismo pie.

Alguna vez, en una de esas primeras sesiones de psicoterapia arguí que lo que hacía era algo que todos hacían. Lo entendí pronto: y a ti qué te importa lo que hagan los demás. Para qué carajo te sirve.

Pero la cultura de la mediocridad en la que estamos metidos nos quiere hacer creer que es así. Todos somos especiales sin importar lo que hemos hecho, ni lo que pensamos, ni los hábitos que tenemos. Y rezan tantísimos memes que te mereces todo (un amor sincero, desinteresado, entregado y bastantes cosas más, entre otras cosas) sólo por el simple hecho de existir. Ya lo dijo el Síndrome de Brad Bird: si todos son supers, nadie lo es.

Pero este mundo mediocre parece esmerarse en decir lo contrario: todos son especiales, así sin más. Como he dicho ya, por el simple hecho de existir. Te mereces todo, no te conformes con menos, aunque no hayas hecho nada para merecerlo.

La gente presume incluso poseer los peores hábitos. No me duermo a una hora adecuada porque paso muchas horas de la noche pegado al celular. No tengo dinero porque vivo endeudado comprando todas las cosas que creo que debo comprar para intentar impresionar a los demás. Esperaba hacer algo en vacaciones pero me pasé todas las horas viendo series, bobeando en redes sociales, desvelándome y levantándome tardísimo.

Y parece que lo presumieran como si de un hecho extraordinario se tratara, como si los hiciera sentir orgullosos. No es orgullo, parece. Sólo levantan la mano para decir que ellos también hacen eso que tantos otros hacen. Y si todos lo hacemos, no podemos estar mal. O en realidad, no me siento tan mal por hacer o no hacer todo lo que hago, hay millones que hacen las mismas cosas. 

Total, luego todos compartiremos también aquel video en que un merolico dice que todos podemos hacer cualquier cosa si nos lo proponemos. Es tan simple como eso.




2 comentarios:

  1. Es muy cierto que hay una perversa tendencia a imitar al prójimo sin pararse a pensar si lo que hace es correcto o no. Y eso de que el mal de muchos... no es más que una burda resignación o justificación.
    Lo de declarar comportamientos insanos argumentando que todos los tienen, debe ser algo propio de tu país o zona geográfica, pues acá lo que domina es la hipocresía. Nadie reconoce que está pegado al celular horas y horas ni que sus vacaciones resultaron un desastre. Aquí todo el mundo hace lo correcto, criticando al de al lado por hacer lo que él también hace o, por seguir con tu ejemplo, alardean de haber disfrutado de unas vacaciones maravillosas para dar envidia a sus amigos. Y como nadie reconoce sus vicios y todos se vanaglorian de hacer lo correcto, pues nadie quiere ser menos y dice exactamente lo mismo. Todos perfectos y todos embusteros, je,je.
    Un abrazo, amigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno Josep, lo de la hipocresía también se nos da bien. Es como dices, todos están bien.
      Todos perfectos y todos embusteros.
      Abrazos.

      Eliminar