viernes, 28 de agosto de 2020

otro fiel amigo



El fiel traidor

Hace falta tener un Judas a mano, un gran amigo al que poderle confiar la vida, o en este caso, el término de ella. Cuya fidelidad hacia nuestra persona le impida rebatirnos los motivos por los que queremos hacer eso que queremos hacer. Que si no nos comprende, no nos riña. Que nos respete lo suficiente para creer en nuestra palabra, y cumplirla.

Pero como en este mundo parecen tener en ciertos aspectos más derechos los animales que las personas, y una persona debe sufrir hasta que la naturaleza le corte la existencia, carecemos de la posibilidad de morir dignamente antes que seguir sufriendo hasta quién sabe cuándo.

Se necesita una voluntad amiga, una voluntad inquebrantable, que no escuche a las voces que se creen más autorizadas y nunca equivocadas. 

4 comentarios:

  1. Me quedo pensando en los distintos modos de relacionar el primer párrafo con el segundo. Y se abre un mundo de interpretaciones.

    En cualquier caso, no sé si confiaría algo en un Judas. No tienen fama de ser los más fiables...

    Un abrazo grande

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    1. Precisamente por eso adjunté el enlace a un posteo anterior donde hablo de una posibilidad en la que Judas hace lo que Jesús le pide, justo por ser su más cercano amigo.
      Abrazos.

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  2. Es triste que para morir dignamente necesitemos de la existencia de una mano amiga a quien no le tiemble el pulso.
    No sé si he sabido interpretar correctamente tus palabras, pero eso es lo que me han inspirado.
    Un abrazo.

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    1. Totalmente Josep, me parece demasiado triste que la dignidad de una persona sea pisoteada.
      Te abrazo.

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