sábado, 6 de febrero de 2021

el dilema

La verdad es que a mí me gusta el algoritmo de Youtube. Me ha mostrado algunas canciones que no conocía. De hecho, con "Noche sin luciernagas" incluso sentí que la plataforma de alguna manera podía saber cómo me sentía, y me proporcionaba un puñal para acicalarme la herida; igual también intuye ese no tan velado masoquismo mío. Cosas del diablo, diría alguna abuela. 

Un día decide ponerme discos completos de José José y otro alternarme las canciones que me gustan del Príncipe con otras que me gustan de otros intérpretes, a partir de la misma canción de inicio. A veces sólo en español, otras, alternándolas con temas en inglés.

En realidad, lo único molesto son los anuncios, pero como bien dice el documental "El dilema de las redes sociales", cuando algo es gratis, es porque el producto eres tú. Somos nosotros, que nos sentíamos tan especiales creyendo que teníamos tantas cosas fantásticas gratuitas. Cosa que tampoco me importa mucho porque rara vez peco de apocalíptico, y más de una vez he dejado de pulsar para eliminar el anuncio mirándolo completo. Hay bastantes buenos cursos en Doméstika.

El algoritmo no es tan brillante, tardó demasiado (en mi opinión) en darse cuenta que me importa una mierda que algún descerebrado haya hecho un documental de Maluma. Corrijo, oportunista, no descerebrado. Pero me sigue resultando repulsivo escuchar la voz del popular tipejo, y a veces cinco segundos parecen una eternidad.

Pero bueno, en realidad esperaba información más impactante del audiovisual en cuestión. Pero sí descubrí algunos aspectos interesantes sobre facebook. Aunque tampoco tendría que preocuparme demasiado, siendo que mi adicción a las redes ni siquiera vislumbra la de muchos otros. Sólo uso facebook y whatsapp, y prefiero esperar el autobús o en la fila con un libro en la mano. Mi hijo tampoco fue educado para estar pegado a un celular, pero es bueno tener conocimiento sobre ciertas cosas que se han vuelto triviales.

 



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